El sector logístico de la ciudad del Ebro ha logrado un amplio desarrollo en poco tiempo y, con ello, el tránsito de vehículos pesados se ha incrementado. Uno de los lugares que más ha notado este cambio es la carretera Logroño, que conecta la Terminal de Contenedores Miranda (TCM) con los polígonos industriales y que se encuentra a escasos metros del barrio de Los Ángeles, donde los vecinos están pidiendo que se construya una circunvalación para desviar los automóviles de mayor tamaño en lugar del tercer carril que se proyectó hace años. Las estadísticas publicadas por la Junta de Castilla yLeón confirman que el tráfico de camiones ha ido creciendo de manera paulatina a lo largo de los últimos tiempos en esta zona de la periferia. Tanto, que solo entre 2019 y 2023 se contabilizó un incremento cercano al 30%.
Durante el primer ejercicio de ese lustro, siempre conforme a los datos de la administración regional, la intensidad media del tráfico diario llegaba a los 658 vehículos pesados, mientras que en cada jornada del último curso computado al completo se alcanzaron los 843 automóviles de este tipo. No se trata de una cifra menor, ya que el resultado de 2023 se alza como el segundo más elevado desde el año 2010. En este sentido, la Junta estima que el tránsito de camiones por la carretera Logroño en el último ejercicio resultó incluso un 60% superior al que hubo durante 2013, cuando se contabilizó el menor dato de la serie histórica.
La evolución que se ha registrado a lo largo del lustro en la intensidad del tráfico de camiones contrasta, y mucho, con las estadísticas sobre automóviles ligeros. Tomando como referencia la misma base de datos regional, el tránsito de coches, motos y otros de pequeñas dimensiones descendió prácticamente un 12,6% entre los años 2019 y 2023, dado que en el primero de esos ejercicios se contabilizaba una media diaria superior a los 4.960 vehículos de este tipo y a lo largo del último curso contabilizado la cifra cayó por debajo de los 4.340 durante cada jornada.
De hecho, mientras el tráfico de camiones por la carretera Logroño ha alcanzado unas cifras cercanas al récord, la estadística relativa a turismos y motocicletas se sitúa entre una de las más bajas que se han contabilizado desde 2010. En concreto, con esos 4.339 pequeños vehículos atravesando esta zona de la periferia cada día, el curso 2023 se alzó como el tercero con menos tránsito. Además, el movimiento de esta categoría de automóviles durante el último ejercicio computado por completo únicamente ha superado al de 2020 y 2021, unos años claramente marcados por las restricciones de movilidad que se impusieron con motivo de la pandemia del coronavirus.
En cualquier caso, las evoluciones casi opuestas del movimiento de camiones y de coches ha provocado que la proporción de tráfico que representan los primeros aumente hasta superar el 16% del total. Nuevamente, este porcentaje se alza como el segundo más elevado de toda la serie histórica, solo por detrás del que tuvo lugar a lo largo de 2018, cuando se contabilizó que en torno al 16,56% de los automóviles que atravesaban la carretera Logroño eran vehículos pesados.
El tráfico de grandes automóviles por esta entrada al núcleo urbano se sitúa muy por encima del resto de vías mirandesas que dependen de la red regional. Por ejemplo, la carretera Bilbao, que da acceso al polígono de Las Californias desde la AP-1, solo soportó a lo largo de 2023 una media de 183 camiones al día. Es decir, casi un 80% menos que la carretera Logroño. La diferencia resulta todavía más llamativa si se analizan los accesos a lugares como Ircio desde el Casco Viejo o a Bardauri, ya que en estas zonas apenas se registraron durante el último año 55 y 16 vehículos pesados de media durante cada jornada, respectivamente. Además, la proporción que representan los camiones en el tráfico de estos tres puntos es mucho menor que en la calle de la TCM, puesto que en ninguna de esas otras vías autonómicas supera el 5,4% sobre el total.