El goteo de cierre de locales ha sido una constante en los últimos años en Gamonal. Las persianas bajadas en lonjas de grandes dimensiones evidenciaban una caída de la actividad comercial. Aunque en muchos casos la imagen se mantiene, en otros los escaparates han vuelto a cobrar luz por el desembarco de cadenas con productos low cost, principalmente de los sectores del equipamiento de la persona y el hogar, imprimiendo un movimiento a la zona que agradece el pequeño comercio.
La última en hacerlo ha sido la cadena holandesa Zeeman con la apertura de una tienda de 315 metros cuadrados situada en la calle Federico García Lorca. La elección en la capital no ha sido casual, sino que responde a «su gran población», además de a la confianza de «encajar muy bien en esta zona», según explican fuentes de la compañía, que valoran también la «potencial clientela para nuestros productos». Dedicada a la venta de ropa en su más amplia gama, así como a artículos para el hogar y una extensa gama de hilo y ganchillo, su puesta en funcionamiento ha creado seis empleos.
Próxima a su arranque se encuentra la firma polaca Pepco, concretamente en el número 200 de la calle Vitoria. Lo hará el 30 de este mes, tal y como ya se puede ver en sus escaparates, con un gran abanico de opciones de compra a precios asequibles para el bolsillo que van desde ropa a complementos o decoración de interiores. Ha ocupado una lonja de grandes dimensiones e incluido a Burgos en su plan de expansión nacional, donde ya cuenta con más de un centenar de tiendas.
Muy cerca de este grupo, en el número 192 de la misma vía, abrió a principios de noviembre del año pasado Mr. DiY, cadena asiática que ofrece también una gran variedad de artículos, si bien en este caso priman los del hogar, ferretería, pequeño electrodoméstico, accesorios de coche o informática, papelería, cosméticos o regalos. Su presencia en España supera la veintena de establecimientos.
Estas aperturas no provocan preocupación en el pequeño comercio, sino más bien todo lo contrario. La Asociación Zona G, que representa a este colectivo en Gamonal, considera que las tiendas tradicionales están especializadas en otro tipo de productos, «de mayor calidad», y orientados a un perfil de cliente diferente. «Se ofrece un servicio diferente y más cercano», sostiene, valorando positivamente la presencia de estas grandes cadenas por cuanto «aumenta la afluencia de personas al barrio y ese tráfico peatonal siempre anima las ventas en el resto».
García también se detiene en el hecho de que ocupen locales muy grandes, más difíciles de devolver a la actividad, al tiempo que recuerda otras firmas de bajo coste instaladas hace ya tiempo como Primaprix, dedicada a productos de droguería o alimentación, o TEDi, bazar que aterrizó en la avenida Derechos Humanos en 2017.