La Consejería de Salud del País Vasco se ha mostrado dispuesta a comenzar a prestar atención sanitaria especializada y hospitalaria a los vecinos de las zonas de salud del Valle de Losa y el Valle de Tobalina por tratarse de territorios limítrofes que lindan con sus fronteras. Sin embargo, la petición de la Consejería de Sanidad castellanoleonesa para que estas mismas prestaciones llegaran a todas las zonas de salud de la comarca, a excepción de Valdebezana, lo que incluiría a Medina de Pomar y Villarcayo, se está encontrando con dificultades, según pudo saber el martes el alcalde de Villarcayo, Adrián Serna, tras su encuentro con el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez. En él también participaron el viceconsejero, Jesús García-Cruces, la gerente regional de Salud, María Jesús Violeta Martínez, y el teniente alcalde, Manuel Villanueva.
Ese fue el resultado en una primera fase de las negociaciones tras la que Castilla y León insistió en extender la cobertura médica especializada y hospitalaria en Euskadi también a Medina y Villarcayo, como reclaman sus alcaldes. Pero si algo inquieta a Serna es que desde el 14 de julio, cuando se envió al Gobierno vasco la última propuesta técnica para firmar el convenio sanitario, «no ha habido contestación, a pesar de que se les ha hecho también un recordatorio». El alcalde de Villarcayo admite en parte lo dicho hace una semana por la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, en el Parlamento Vasco, donde insistió en que hay «una negociación abierta». Pero considera que «hay una negociación abierta sin impulsar, porque por mucho que la consejera diga que se está negociando no hay contestación».
Serna afirma que «por parte de nuestra consejería hay una voluntad absoluta de firmar el convenio para todas las zonas de salud de la comarca en igualdad de condiciones con las del Valle de Mena y Espinosa», que ya acuden desde hace décadas a los centros especializados y hospitalarios vascos. Por ello, pidió a Vázquez y su equipo que «vuelvan a contactar con sus homólogos vascos para que impulsen este convenio y se le dé máxima importancia y urgencia». A Serna le preocupa que la legislatura vasca se agote sin cerrar un acuerdo y haya que «volver a empezar».