Grupo Correa se ha convertido en los últimos años en uno de los fabricantes líderes a nivel mundial de máquina herramienta. La multinacional burgalesa ha ido poco a poco ganando terreno en numerosos mercados hasta colocar sus fresadoras -sobre todo- en las principales factorías del planeta. El buen hacer de la firma y la evolución de su facturación han 'obligado' a la empresa a tomar una decisión estratégica a corto, medio y largo plazo: levantar un moderno centro o taller de mecanizado con el que poder competir por contratos cada vez más grandes a nivel internacional y consolidar de este modo su actividad en Burgos.
En total, son alrededor de 20 millones de euros la cantidad que el grupo ha comprometido en sus nuevas instalaciones, en pleno polígono Burgos Este y al pie de la calle Vitoria. "Tenemos la ambición de seguir creciendo, de ser cada vez un poco más grandes, pero manteniendo la premisa de no ir nunca a lo loco", explica la consejera delegada de Correa, Carmen Pinto, que adelanta que a la plantilla actual de esta área se sumarán más empleados. Para que funcione a un nivel óptimo serán necesarios, al menos, 30 trabajadores, lo que provocará nuevas contrataciones. En estos momentos la plantilla de la marca burgalesa supera, en todo el mundo, las 410 personas.
En los últimos años, fruto del imparable crecimiento de su facturación, habían empezado a notar la necesidad de trasladar fuera de su sede central el departamento de mecanizado. Las piezas estructurales -bien de fundido o bien de mecanosoldado- se preparan para ser montadas en sus fresadoras, a través de su propio trabajo, en el interior de sus actuales instalaciones. "Se trata de elementos muy grandes que no siempre está al alcance de nuestros proveedores. Controlamos esa parte del flujo, lo que nos hace depender de nosotros mismos. Es una parte crítica del proceso productivo", indica. Las naves de la calle Alcalde Martín Cobos, confiesa, se les están quedando pequeñas para su volumen de producción actual y el de las máquinas que fabrican.
Sin embargo, dentro de unos meses estas acciones se desarrollarán de forma unitaria en los nuevos pabellones que se levantarán próximamente. Tras adquirir una parcela de 21.000 metros cuadrados entre las calles Vitoria y Fernando Dancausa, en estos momentos se ultiman las labores de derribo y limpieza del recinto. Acto seguido arrancará la construcción del complejo, que será por fases, pero que podría entrar en funcionamiento en unos dos años. "Queremos que sea una nueva planta productiva. Nuestra apuesta industrial por Burgos es clara, nuestra base va a estar siempre aquí", reconoce Carmen Pinto.
Recalca que se trata de un recinto que no mecanizará piezas para terceros, sino que única y exclusivamente estará al servicio de los intereses del Grupo. "Forma parte de la integración vertical de nuestro proceso productivo", apunta la consejera delegada. La apuesta por este proyecto es tal que contará con la entidad de filial: Correa Mecanizado, como así se denominará la recién creada sociedad, será una de las marcas más importantes del conglomerado burgalés. "Va a ser un proyecto vivo a lo largo de los siguientes años", insiste. Cuando los trabajos en las futuras naves concluyan, la máquina 'viajará' hasta la sede central -emplazada a apenas 850 metros de distancia- donde se ensamblará antes de ser enviada la cliente final. "Toda la superficie que tenemos se destinará al proceso de montaje, adaptándonos al nuevo volumen de producción", precisa.
Paso adelante. La puesta en servicio de este centro de mecanizado acompañará al incremento paulatino de la facturación que experimenta la multinacional burgalesa desde hace años. "Estamos ampliando el espectro hasta el que somos capaces de llegar. Confiamos en que apuntale nuestro crecimiento y nos permita atender segmentos de mercado más grandes a los que hoy en día no podemos llegar con unos medios productivos diferentes para maquinaria más grande", sostiene Carmen Pinto.
La automatización, la digitalización son los principales retos que encaran con este nuevo proyecto nacido en el seno de Grupo Correa. "Estamos viendo que se pueden hacer muchas cosas. El sector del mecanizado, que siempre parece que es muy tradicional, nos ofrece una capacidad de mejora de nuestros sistemas productivos muy grande", indica. Este ha sido uno de los factores que ha provocado que esta inversión se haya priorizado con respecto a otras también pendientes en el seno de la compañía. "Puede ser un showroom (sala de exposiciones) muy importante para dar a conocer a nuestros clientes el trabajo que desarrollamos en Burgos", sentencia la consejera delegada.