Andando Burgos tiene claros los aspectos a mejorar en G-3

D. ALMENDRES / Burgos
-

«Basta con señalar con pintura, poner balizas o adelantar los pasos de peatones antes de un rediseño», cree el presidente de la asociación, Félix Martínez

Los coches estacionados dificultan la visibilidad en los pasos de peatones en el G-3. - Foto: Patricia

Andando Burgos tiene claros los aspectos a mejorar en G-3 para disfrutar de una convivencia armonizada entre coches y peatones. La aplicación de «técnicas de calmado de tráfico» favorecería una «reducción» de los flujos habituales y provocaría que la circulación fuera «más lenta» en beneficio de los viandantes.

Félix Martínez, presidente del colectivo, aboga por el «estrechamiento de los carriles, la recuperación de espacios en los cruces y la ruptura los largos tramos rectos» para aminorar las velocidades, además de promover la instalación de otros elementos como pasos elevados o resaltos.  

«El lenguaje de la calle debe orientarse al peatón. En G-3 hay vías demasiado anchas y eso dio margen para reconfigurar el aparcamiento en batería, pero eso también provoca que no haya distinciones claras de cuáles son los carriles y dónde están las zonas de parada», expone.

Por ello, Andando Burgos defiende la necesidad de adelantar la zona de espera de los pasos de peatones, los cuales están «muy retranqueados». «Hablamos de actuaciones mínimas de urbanización antes de pensar en instalar pasos elevados. Es fundamental que exista una plena visibilidad conductor-peatón y peatón-conductor y promover la reducción de la velocidad porque eso hace que veamos mejor el entorno y tengamos más capacidad de reacción ante imprevistos», defiende.

Para trabajar en una mejora inmediata de la visibilidad en los pasos de cebra bastaría con «señalar con pintura la zona que se quiera eliminar o fijar ese espacio con balizas verdes». «La seguridad del peatón no se sustenta en la aplicación de tecnología, las pequeñas obras ya ayudan», insiste.

Martínez matiza que G-3 es un barrio que necesita «reinterpretar sus calles, como pasa en otros puntos de la ciudad». «Por ejemplo, hay que convertir los entornos de los colegios en zonas colchón muy protegidas y apostar por un rediseño», argumenta.

«Una cosa es estacionar y otra circular. Y para circular no se justifican los dos carriles en un barrio», matiza, para insistir en la «mejora de la permeabilidad peatonal». «Quizá hay que instalar más pasos o reubicar los que hay porque la instalación de semáforos no tiene por qué ser positiva», plantea, además de defender la ampliación de las zonas de carga y descarga sobre los espacios de estacionamiento libre «para evitar la doble fila».

En definitiva, se trata de «dar prioridad a otros medios que no sean el coche».