El Grupo Ureta Tizona sorprendió a propios y a extraños la temporada pasada. Con la plantilla que tenía, parecía obvio que no iba a sufrir para salvarse y que incluso podía soñar con el play off, pero su campaña superó con creces las expectativas porque estuvo peleando hasta el final por una plaza en la ACB con los 'cocos' de la categoría. Increíble. Ese buen hacer no pasó desapercibido para las direcciones deportivas de otros clubes y en verano perdió a varios hombres clave. Ahora, trata de reinventarse y, de momento, va por buen camino, pues cerrará el año en puestos de play off.
Un recién ascendido a Primera FEB puso en jaque a muchos de los grandes equipos de la liga. Diego Ocampo implantó un estilo de juego colectivo, enérgico y veloz que asfixiaba a sus rivales y estuvo a punto de obrar el milagro. Finalizó quinto la liga regular y se metió en el play off, donde tumbó al Gipuzkoa. Una vez en la Final Four, cayó en semifinales ante el Movistar Estudiantes, pero llegar hasta ahí ya fue un éxito tremendo para el cuadro burgalés, que perdió a Dídac Cuevas a mitad de temporada y, aun así, se repuso con llegada del prometedor Mario Saint-Supery.
Mucha de la culpa del magnífico rendimiento del Tizona la tuvo Joe Cremo, cuyos números y aportación al equipo fueron para enmarcar. Sus actuaciones llamaron la atención del San Pablo y sedujeron al americano para cambiar El Plantío por el Coliseum. Fue una baja muy dolorosa, al igual que la del lesionado Arnau Parrado, pero la más importante para el proyecto fue la marcha de Diego Ocampo. El entrenador gallego, que había llegado en LEBPlata y había instaurado una filosofía de juego que definía al club, recibió la llamada de la ACBy no quiso rechazarla. Se marchó al Manresa y su puesto lo ocupó Salva Camps, otro entrenador de su escuela.
Con el técnico catalán en el banquillo, el Tizona mantiene parte de su esencia y, por ahora, el equipo está dando la cara. Ocupa la octava posición y ha 'tuteado' a todos sus rivales en la mayoría de los partidos. Tal vez, la plantilla no tenga el potencial del curso anterior con Dídac Cuevas, Cremo, Saint-Supery o Parrado, pero los fichajes de Lance Jones, Jordi Rodríguez o Jaume Lobo han ilusionado de nuevo a la afición. Todavía queda mucho camino por recorrer, pero todo apunta a que los burgaleses pelearán por un puesto de play off hasta la última jornada, siempre al acecho de los mejores equipos de la categoría.