Por primera vez en Burgos, la Dirección Provincial de Educación ha decidido incluir en la formación del profesorado la música tradicional. El Grupo Gavilla, que lleva toda la vida realizando esta labor allá donde los llaman, grabando discos o bien organizando eventos como el canto de las marzas o el desfile de la Tarasca, se encargará de convertir en alumnos a los profesores de música de la ciudad para que después puedan enseñar las tradiciones burgalesas a sus grupos escolares. «La transmisión es oral porque creemos que es la mejor manera y, dado que para nosotros sería imposible llegar a todos los niños y niñas de los colegios de Burgos, la idea de formar a los profesores nos parece magnífica», afirma Mariví Rodríguez, del Grupo Tradicional Gavilla.
Dos miembros de la agrupación acudirán los días 3, 4 y 5 de febrero al CFIE, el Centro de Formación del profesorado e Innovación Educativa de Burgos, para impartir en diez horas una materia que no recogen los libros de texto. Treinta profesores se han inscrito en esta primera edición en la que la pandereta será el instrumento estrella dedicándole un tercio de la formación. Estará además el pandero cuadrado de Peñaparda que, aunque no es propio de Burgos, servirá como referencia. Y ritmos curiosos con instrumentos que están muy a mano.
«Vamos a tocar panaderas, un ritmo que no deja de ser de jota, pero va acompañado por unas canciones que aluden siempre a la labor de amasar el pan, que es lo que hacían las panaderas. También tocaremos el ritmo de vasos o de piedras, un ritmo de juego que, principalmente, interpretaban las señoras a la salida de misa o de la escuela. Consistía en hacer sonar una piedra sobre una mesa o un banco corrido. Posteriormente los hombres lo llevaron a la cantina con los vasos, y lo que conseguían con ello era que quien perdía el ritmo, pagara la ronda», resume Rodríguez.
Los dos monitores de la agrupación les enseñarán también a bailar la jota sentada, donde los pies son los que marcan el ritmo. Y harán sonar el carajillo, «un instrumento infantil que los abuelos hacían a los niños. Estaba hecho con una nuez, un palo y una goma y con eso conseguían cualquier ritmo». Llevarán también sartenes, platos, cucharas, cazuelas, conchas, cribas, cachavas... y la lata de pimentón, más popular en Castilla que en nuestra provincia.
Si este curso en el que se han quedado profesores fuera sale bien, el Grupo Tradicional Gavilla hará algo similar en la provincia.