La Policía Nacional ha detenido en Burgos a un hombre de más de 80 años tras haber quebrantado una orden de alejamiento hacia su expareja después de salir de prisión por un delito de violencia de género.
El detenido, que no residía en esta ciudad, había viajado hasta Burgos con la intención de alojarse a pocos metros del domicilio en el que reside su excompañera sentimental, a pesar de la prohibición judicial de acercarse a menos de 500 metros de ella, y que estaba vigente hasta el próximo año.
Así, efectivos de la Policía Nacional adscritos a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), con funciones específicas de protección a víctimas de violencia de género, detectaron que el hombre tenía intención de desplazarse a Burgos desde su lugar de residencia en Tenerife, según ha informado la Policía Nacional.
Los agentes llevaron a cabo diversas gestiones que demostraban la intención del investigado de desplazarse y alojarse en la capital burgalesa, en un hotel situado a poco más de cien metros del domicilio de la mujer.
Finalmente, se estableció un dispositivo policial que permitió su detención en el instante en que se registraba en el hotel. En ese momento, lejos de intentar disimular sus intenciones, verbalizó a los agentes que se había desplazado a Burgos para agredir a su expareja.
De acuerdo con la Policía Nacional, el detenido era "plenamente conocedor" de la corta distancia que separa el hotel del domicilio de su víctima, así como de los lugares que frecuenta, puesto que ya residió con ella en el mismo.
Cuando la Policía Nacional le detuvo en Burgos en septiembre de 2022, había ejercido violencia y graves amenazas hacia la mujer, cuyas secuelas continúan generándole miedo y ansiedad.