Llega el penúltimo hito importante para la llegada de la alta velocidad a Burgos. Tras culminar el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) las pruebas de fiabilidad de la línea, la nueva infraestructura ha sido entregada a Renfe al estar ya preparada para la circulación a 300 kilómetros por hora.

Ese fue el horizonte temporal que le trasladó al alcalde, Daniel de la Rosa, en abril la presidenta de ADIF y hasta este sábado no ha habido novedades, cuando la empresa anunció que lunes, 23 de mayo, comienza la formación específica de 65 maquinistas que harán el servicio de trenes de esta línea entre Valladolid y Burgos.

A partir del momento de recepción de las vías, y puesto que en teoría ya contará con todos los parabienes en materia de seguridad y fiabilidad, Renfe asume la responsabilidad de la puesta en servicio de los trenes de alta velocidad. Será cuestión suya la formación de maquinistas (se ha establecido en 96 horas), la confección de los horarios y la puesta a la venta de los billetes, información toda ella que lleva meses guardándose para sí y que, siguiendo los precedentes de otras líneas recientemente inauguradas, solo lanza cuando tiene muy clara la fecha de inauguración.

En el caso de Burgos, la llegada de la alta velocidad sigue estando rodeada de muchísimas dudas, pero también hay certezas o planificaciones que se barajan y que han trasladado a este periódico distintas fuentes tanto de ADIF como de la propia Renfe. Con esa información y la comparativa con otras líneas equiparables se pueden sacar algunas conclusiones, siempre a la espera de que el Ministerio de Transportes y sus organismos dependientes se decidan a concretarlas:

Por qué tanto retraso

Es imposible apuntar a una sola causa para explicar el retraso del AVE Venta de Baños-Burgos. Durante mucho tiempo los problemas se centraron en la ejecución de la plataforma ferroviaria, con el túnel de Estépar como máximo exponente de los problemas que tienen las grandes obras públicas, la guerra entre las adjudicatarias y el Ministerio, los pequeños (o grandes) chantajes y las amenazas de paralización. Pero llegó un momento en que los inconvenientes técnicos se solventaron y la construcción se terminó, incluso tras arreglar el hundimiento de la vía en Palenzuela o el viaducto de Frandovínez.

La línea quedó lista para circular con el sistema de seguridad ASFA (a 200 kilómetros por hora) a comienzos de 2021. Pero Renfe decidió esperar al ERTMS (preparado para 300) y de paso aprovechó para probar sus nuevos trenes Avril, capaces de alcanzar los 360 kilómetros por hora.

Talgo, fabricante de este modelo que próximamente veremos en las líneas de Galicia, Andalucía o Cataluña pero no en la de Burgos, ha disfrutado durante meses de un banco de pruebas perfecto, una línea nueva y sin circulación, para hacer cuantas pasadas quisiera.

Mientras tanto, el Gobierno ha demostrado que políticamente no tenía interés en adelantar la llegada del AVE a Burgos y Renfe tampoco demuestra ningún entusiasmo por poner en marcha una línea que le aportará pocos pasajeros y por cuya circulación tendrá que pagar un jugoso canon, más caro que los tramos de vía convencional.

Cuándo llega

Es la pregunta del millón y no hay una respuesta exacta, pero no debería demorarse más allá del mes de julio. La formación de maquinistas en tramos inaugurados hace poco ha rondado el mes de duración, así que Renfe tiene todo el mes de julio para llevarla a cabo. El comienzo de la temporada estival, con el consiguiente aumento de viajeros, puede servir además de acicate para una demanda que en ningún caso se espera espectacular. No hay que olvidar que la línea Venta de Baños-Burgos aporta más de 80 kilómetros a la red pero solo cobrará pleno sentido cuando tenga continuidad hacia Vitoria.

Qué horarios tendrá

Tras el fin de la pandemia Renfe no ha vuelto a ocupar nunca la franja de primerísima hora de la mañana que antes cubría un Alvia. Ahora el tren veloz más tempranero no sale hasta las 11,56, lo que hace inviables los viajes de negocios. Por eso todo apunta a que el primer AVE que tenga frecuencia diaria Burgos-Madrid saldrá de la estación Rosa Manzano sobre las 7,30 de la mañana para estar en la capital de España poco después de las 9 horas. El regreso desde Madrid se efectuaría por la tarde. Eso en cuanto a los AVE 'puros', que dormirían en Burgos cada noche, porque los Alvia seguirán circulando y lo harán también por las vías de alta velocidad pero se extenderán hasta el País Vasco.

Tiempos de viaje y paradas

Fuentes conocedoras de la infraestructura sitúan entre las 1,30 y 1,45 horas la duración de los trayectos hasta Madrid. La horquilla dependerá de si tienen parada en Segovia (es seguro que todos los trenes se detendrán en Valladolid) y del tipo de material que circule. Algunos modelos que ahora cubren el Alvia no están preparados para 300 kilómetros por hora y por tanto tardarán algo más, acercándose peligrosamente a las dos horas.

Cuánto costará

Actualmente un billete desde León o Zaragoza, que tienen tiempos de viaje similares a Madrid, rondan los 35 o 40 euros excepto los trenes low cost que circulan en el caso aragonés y cuyos precios se desploman. Desde Palencia las horquillas de precios actuales varían muchísimo, de 18 a 40 euros, dependiendo del horario de cada tren. Y además Renfe debería poner en marcha una promoción de lanzamiento como ha hecho en otras inauguraciones de líneas.

A qué estación de Madrid

Seguirá siendo Chamartín. La estación del norte madrileño ya concita la llegada y salida de los AVE a Galicia, León, Valladolid o Palencia y así será también en el caso de Burgos. Debido a las obras que se están llevando a cabo en las líneas que llegan a Atocha, al menos durante un tiempo Chamartín también será la base de los AVE a Valencia o Alicante, así que de esa circunstancia los burgaleses saldrán beneficiados por la posibilidad de hacer transbordos sencillos sin cambiar de estación.

Combinaciones hacia el sur

La apertura del túnel de alta velocidad entre Chamartín y Atocha, prevista también para este verano, abrirá un sinfín de posibilidades para que los trenes del norte y del sur puedan atravesar España de punta a punta sin que sus pasajeros tengan que bajarse del tren. Hace unos meses Renfe ya anunció que estaba barajando un AVE directo entre Galicia y Alicante, y en el caso de Burgos podría emplear esta misma fórmula u otras parecidas. Aprovechando los trenes que cambiarán de ancho de vía y que son capaces de circular también por líneas convencionales, será factible también combinaciones como Bilbao-Málaga o Bilbao-Sevilla. Todas ellas pasarían por Burgos y serían de alta velocidad y evitando transbordos. Pero esto por el momento todavía forma parte de los futuribles y no de realidades anunciadas.

Su futura prolongación hacia el norte

Todos los conocedores del sector ferroviario coinciden en que la línea Venta de Baños-Burgos nunca alcanzará un verdadero aprovechamiento hasta que no se complete la infraestructura hacia el País Vasco. Y a esta le quedan muchos años por delante. Solamente cuenta con un estudio informativo, así que no dispone ni siquiera de los proyectos, y estos últimos deberían haberse licitado en el primer trimestre de este año según los últimos anuncios de la Ministra de Transportes. Pero no se han cumplido, así que habrá que esperar al menos hasta junio, cuando el ADIF ha situado la previsible salida a concurso. Será una obra multimillonaria, con complejísimas estructuras como los túneles de la Brújula y Pancorbo o un puente sobre el Ebro, así que un plazo razonable para su ejecución pueden ser perfectamente diez años a partir de ahora. Será un objetivo que exigirá enorme paciencia.