Primer paso solventado. El estudio geotécnico que contrató el Ayuntamiento de Aranda de Duero para analizar el solar municipal en el que se ejecutará el puerto seco, en el polígono industrial Prado Marina, ha concluido que el terreno «es apto» para su construcción. Así lo destaca el concejal de Promoción, Juan ManuelMartín, quien precisa que las catas y mediciones topográficas que se han tomado permiten determinar que se trata de un suelo «adecuado, fácil de remover y sin capas conflictivas, tampoco se han encontrado tuberías ni nada complejo». A partir de ahora, toca diseñar este proyecto, que cuenta con una partida de 100.000 euros en el Presupuesto y que en el equipo de gobierno consideran como vital para el desarrollo económico e industrial de la capital ribereña. De hecho, Martín subraya que la puesta en marcha del puerto seco «nos va a ayudar a presionar para recuperar el tren Directo», una de las grandes reivindicaciones en la provincia tras el cierre de la línea hace 13 años al quedarse atrapada una máquina bateadora dentro del túnel de Somosierra. Ahora, en un momento clave en el sector logístico, en el que el ferrocarril gana peso por su menor huella de carbono, la construcción de este puerto seco añadiría un argumento más de peso para la reapertura del Directo, lo que permitiría que las mercancías no sólo salgan desde Aranda de Duero hacia el norte sino también hacia el sur, especialmente rumbo a Madrid.
A juicio del concejal arandino de Promoción, con la creación de este puerto seco «se abren muchas posibilidades» en materia industrial y, de hecho, califica esta nueva infraestructura como «un atractivo para que las empresas decidan ubicarse aquí». Así, del polígono industrial Prado Marina, que también está previsto ampliar a petición de FAE-Asemar, llegarán y saldrán mercancías que se depositan en contenedores y después se transportan en tren por el ramal ferroviario (que en la actualidad utilizan tres empresas del sector del metal). «Al final es una zona de almacenamiento tanto para dar salida a distintas mercancías como para recibir y luego distribuirlas a las compañías que lo demanden. Después, el movimiento desde el puerto seco a las fábricas se hará con tráfico interno, con camiones de corta distancia», explica Martín, mientras precisa que dicha terminal «no es sólo de salida» sino que actuará como «un intercambiador de mercancías». Es decir, que habrá empresas que decidan «almacenar sus productos o materia prima, por ejemplo durante un mes, y luego, en función de sus necesidades, los carguen en otro tren» que pueda dirigirse hacia el puerto de Bilbao y de ahí, por ejemplo, hasta Barcelona, por citar un caso.
Todo ello hace que «se amplíen las oportunidades», como remarca el concejal de Promoción, al tiempo que indica que el futuro puerto seco no sólo beneficiará a las empresas locales sino también a otras ubicadas en Madrid o Burgos que se decanten por esta alternativa y que empleen Aranda de Duero como punto intermedio.
Crece el interés. Por su parte, el alcalde arandino, Antonio Linaje, subraya que «muchas empresas» han mostrado interés por esta terminal y, sin desvelar demasiados datos por la competencia que existe con otras ciudades, se limita a detallar que «son transversales, de todo tipo de sectores». En cuanto a los plazos, el regidor precisa que le gustaría que esté en un año. Como ya avanzó este diario, Michelin se ha sumado a este proyecto, lo que permitirá ampliar su longitud.
Mientras, Martín subraya el apoyo «indudable» de FAE-Asemar, así como el hecho de que «muchas empresas nos hablan de las posibilidades que les daría el tren». Ahora, sólo con el ramal a Burgos, «lo tienen cubierto de otra manera, pero cuando el puerto seco sea una realidad y vean cómo otras compañías lo utilizan, se sumarán».