El equipo municipal de Gobierno (PPy Vox) estaba esperando a la resolución judicial para poner en marcha la maquinaria administrativa que permita solucionar los problemas de goteras y grietas de la plaza Santiago. Una vez que el Juzgado de lo Contencioso número 2 ha desestimado la demanda de lesividad en relación con la recepción de las obras realizada en septiembre de 2021, es decir, que rechaza anular la misma y retrotraer el procedimiento, le toca al Ayuntamiento acometer esta actuación.
La alcaldesa, Cristina Ayala, lo tiene claro y desde el área de Urbanismo se darán los pasos para reparar la superficie y las goteras que todavía sigue teniendo el aparcamiento situado bajo la plaza con el objetivo de que las obras se realicen a lo largo de este año. «La declaración de lesividad fue una maniobra electoralista de Daniel de la Rosa y una artimaña para resolver un problema creado por él mismo. La sentencia deja claro que su estrategia no tenía nada que ver con el problema generado», indicó.
El primer paso será encargar la redacción de un proyecto que determine las actuaciones que son necesarias llevar a cabo para solventar las deficiencias. Una vez que se disponga del mismo habrá que sacar las obras a concurso y para ello se deberá contar con partida aunque se fiará a la primera modificación presupuestaria, una vez que se apruebe definitivamente el Presupuesto de 2024 cuyo plazo de presentación de alegaciones finalizó ayer.
En una modificación al presupuesto de 2023 se añadió una partida de 160.000 euros para este cometido, pero como no se pudo ejecutar pasaron a remates.
Cabe recordar que la fallida remodelación de la plaza de Santiago iniciada en verano de 2020 y concluida en septiembre de 2021, cuyo coste rondó los 2 millones de euros, tiene tres deficiencias: la persistencia de al menos cuatro goteras en el aparcamiento subterráneo, la aparición de fisuras en la superficie y pequeños abombamientos en diferentes puntos del espacio público.
La actuación era obligada tras una sentencia que ganaron los dueños del aparcamiento por culpa de otra remodelación.