El Burgos CF ha regresado a la élite del fútbol profesional 20 años después, y también lo ha hecho su afición. En la octava jornada de la Liga de Segunda División, El Plantío tuvo la cuarta mejor entrada de la competición, por delante de clubes como Eibar, Girona, Huesca o Leganés. Incluso, acudió más gente al estadio municipal que al partido entre el Getafe y la Real Sociedad, de Primera División.
La afición del Burgos tenía muchas ganas de volver al fútbol profesional y así lo ha demostrado, como también su fidelidad durante los oscuros años en Tercera y Segunda División B.
Pese a que el objetivo de los dirigentes del club era llegar a los 8.000 socios, alcanzar una cifra superior a los 6.700 es destacable. Más allá de este dato, lo cierto es que el ascenso del Burgos CF ha despertado el interés de muchos aficionados que habían olvidado la experiencia de ver un encuentro de Segunda División, con lo que ello conlleva.
La pasión por los colores blanquinegros quedó demostrada ya en la lucha por el ascenso, tanto en el partido jugado en Don Benito como el definitivo en Almendralejo. Y todo ello pese a la pandemia y todos sus condicionantes.
Tras culminar el ascenso y completar todas las celebraciones, llegó la hora de la campaña de abonados y los nuevos dirigentes del club optaron por unos precios acordes a la categoría, similares a los de otros clubes de Segunda División.
Empezó la Liga con restricciones y con un número de socios que rondaba los 6.000. Sin embargo, la espectacular victoria ante el Real Valladolid aceleró la llegada de nuevos abonados.
El derbi ante el CD Mirandés fue una nueva culminación de este empuje hasta alcanzar los más de 6.700 abonados actuales, cifra muy por encima de clubes con mucha mayor solera en la categoría (...).
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