«El problema en Neila tiene el mismo origen pero es más grave»

G. ARCE / Masa
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El ingeniero forestal Rubén Fernández asegura que lo que está ocurriendo en los pinares del Páramo de Masa y la Demanda tienen una relación directa con el cambio climático y la proliferación de sequías extremas

Expertos de la Fundación Oxígeno analizan un bolsón de procesionaria. - Foto: Jesús J. Matías

El ingeniero forestal Rubén Fernández, de la Fundación Oxígeno, asegura que lo que está ocurriendo en los pinares del Páramo de Masa y los de Neila tienen una relación directa con el cambio climático y la proliferación de sequías extremas como la vivida el pasado año, que debilitan al máximo a los árboles dejándoles indefensos ante la voracidad de las plagas. No obstante, añade el experto forestal, la riqueza de la Demanda, un entorno frío y en altura, es «excepcional», por la edad de los pinares, su diversidad, su cantidad, su gestión tradicional y su fortaleza.

«Son pinos que habitan por encima de los 1.000 metros y que prosperan durante cientos de años en entornos que tienen una humedad continua. Cuando esta desaparece se produce un colapso en los árboles y permite la proliferación de plagas como la del barrenador del pino silvestre».

A diferencia de la oruga procesionaria, el coleóptero que está atacando los bosques de Neila no come las acículas, sino que se centra en las zonas más blandas del tronco, con mucho más riesgo vital para el árbol. «El barrenador macho penetra en el pino por su zona alta, de color asalmonada, y emite unas feromonas para atraer a las hembras, centrando en el pino elegido toda la actividad depredadora y reproductora de esta plaga. Los tejidos basculares del árbol se destruyen y generarán su muerte. La situación en Neila es mucho más grave».