El Encuentro, en la intimidad

GADEA G. UBIERNA / Burgos
-

La lluvia obligó a suspender la procesión, pero las cofradías que acompañan a Jesús con la Cruz a Cuestas y a Nuestra Señora de los Dolores trataron de recrear la despedida a cubierto. La «sorpresa» prevista para el acto central, en el 2025

Los costaleros de San Cosme sacaron y bailaron la imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas frente a la iglesia, a pesar de la suspensión de la procesión del Encuentro. - Foto: Alberto Rodrigo

Apenas habían terminado de cantar los integrantes del grupo de música cristiana Hakuna en el interior de San Gil, cuando la banda empezó a tocar una marcha fúnebre y los costaleros se dirigieron a la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, a la derecha del altar mayor, para cargarla sobre sus hombros como cada Jueves Santo por la tarde. Pero, ayer, sin intención de cruzar el umbral de la iglesia. En un silencio solo roto por cornetas y demás instrumentos, la imagen fue portada en andas hacia la capilla del Santísimo Cristo de las Gotas, donde se trató de recrear la despedida entre madre e hijo, que, de no haber sido por la lluvia, se hubiera producido en la plaza del Rey San Fernando. Y, como sucede desde hace 76 años, con la imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas como segundo protagonista del que, para muchos, es el acto más sentido de la Semana Santa en Burgos.

No pudo ser y no sin «pesar» de las cofradías que lo organizan, la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores, vinculada a San Gil, y la del Santísimo Sacramento y de Jesús con la Cruz a Cuestas, de San Cosme. Las juntas directivas de sendas agrupaciones se reunieron a media tarde y optaron por suspender la procesión. Los devotos de la Dolorosa fueron los primeros en decidirlo, por pura precaución: la talla a la que acompañan por el casco histórico es original, del siglo XVII y de autoría atribuida al taller del celebérrimo lucense Gregorio Fernández. Así que ni se plantean procesionarla con lluvia. Pero, como otras veces en las que el agua no ha dado tregua, avisaron con tiempo suficiente de que sustituían su participación en la procesión por una celebración en el interior del templo. Y centenares de burgaleses se agolparon, dentro y fuera, para asistir.

Expectación. Otro tanto sucedió en San Cosme, donde confiaron en la precisión del meteorólogo de Diario de Burgos, Daniel Angulo, y aprovecharon los quince minutos de cielos despejados que les había anunciado para sacar el paso, bailarlo unos minutos en el exterior y celebrar el Jueves Santo con una bendición. Corta, pero no por ello menos aplaudida que en anteriores ocasiones. De hecho, en cuanto se escuchó el primer toque de la carraca, se hizo el silencio en la calle y decenas de espectadores alzaron los móviles sobre cabezas y paraguas para inmortalizar tan atípico momento. 

Momento en el que los costaleros se cargan la imagen de Nuestra Señora de los Dolores.Momento en el que los costaleros se cargan la imagen de Nuestra Señora de los Dolores. - Foto: Iván López

Los cerca de 70 costaleros que cargan con los más de 1.500 kilos del paso de Jesús con la Cruz a Cuestas, obra de Ildefonso Serra de primeros del siglo XX, lo sacaron con la precaución habitual y lo levantaron a la vez que la banda tocaba el Himno a España. Y tras el ¡Viva! de rigor, repitieron un par de veces, entre sonoros aplausos de la multitud. Pasado un cuarto de hora, no obstante, viraron lentamente sobre sus pasos e introdujeron de nuevo la talla en la iglesia porque volvía a llover con intensidad.

La rememoración de la despedida entre la Virgen y Jesús, en los instantes previos al camino del Calvario se dio así por terminada y las cofradías confiaron en poder hacerlo de acuerdo al guion tradicional en 2025, y, avanzaron, con la sorpresa que tenían preparada para el acto central de la procesión de este año. «Solo podemos decir que será muy especial», señalaron.