La propiedad del edificio Campo no está haciendo demasiado caso a los requerimientos municipales para que repare la fachada del inmueble, de la cual se desprenden elementos continuamente. Prueba de ello es que el parque de Bomberos ha tenido que enviar dotaciones hasta la Plaza de Santo Domingo de Guzmán tanto ayer como el pasado miércoles, con el fin de retirar tableros mal sujetos que presentan el riesgo de salir volando e impactar contra algún viandante. La mayor parte de las intervenciones del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento se producen en jornadas de intenso viento, en las que cualquier golpe fuerte de aire provoca desprendimientos de elementos, sobre todo de las plantas más elevadas. En el último medio año las 'visitas' de los efectivos del parque han llegado a cuatro, según confirmaron desde el Servicio.
Que los Bomberos tengan que seguir acudiendo quiere decir que los dueños no se están tomando muy en serio los avisos del Ayuntamiento. Este mismo año el concejal de Licencias, Ignacio Peña, firmó una resolución en la que se «requirió» a la propiedad que procediera a la «eliminación de tableros provisionales» y de los «cristales rotos», así como al «cegado por el interior de los huecos de la primera planta con tablero de 19 milímetros».
El equipo de Gobierno no ha ocultado su preocupación por algunos de los desprendimientos de fragmentos del revestimiento de mortero que se han producido en los últimos años y en estos meses del inicio de legislatura también por el peligro que presentaba una ventana abierta en la calle Carnicerías, ya que algunos jóvenes habían utilizado ese punto como lugar de acceso a un inmueble que, a excepción de la planta baja, lleva décadas en desuso y con un avanzado deterioro. Algunos de los defectos detectados se han solucionado, pero no así otros (...).
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