El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Miranda de Ebro, en funciones de guardia, ha acordado -tras recibir el informe forense preliminar- la libertad provisional del detenido de 32 años tras la muerte de otro vecino de la ciudad a las puertas de un pub de la calle Juan Ramón Jiménez en la madrugada del lunes. La autopsia descarta que el fallecimiento se haya producido debido al golpe en la cabeza que sufrió tras ser empujado contra un coche y apunta a otras patologías previas que sufría la víctima como determinantes.
De este modo, la calificación de los hechos pasa de homicidio a lesiones, delito por el que está siendo investigado, sin perjuicio de que esta calificación pueda variar en el transcurso de la instrucción.
La Fiscalía no ha solicitado el ingreso en prisión provisional del detenido. Sí se han acordado, no obstante, las medidas cautelares de retirada del pasaporte, prohibición de salir del territorio español y obligación de comparecer cada quince días.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 se ha inhibido al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1, que será el competente para desarrollar la investigación por la fecha en la que sucedieron los hechos, informan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Los hechos que terminaron con el fallecimiento de un mirandés de 52 años comenzaron en el interior de un pub de la calle Juan Ramón Jiménez, cuando víctima y detenido discutieron por un asunto relacionado con unos perros, sin llegar a las manos, según los datos obtenidos por la investigación. Posteriormente, salieron fuera del local y el sospechoso le dio un empujón, en apariencia más con la intención de quitársele de encima que de agredirle. Sin embargo, se golpeó la cabeza contra un vehículo estacionado en la calle Juan Ramón Jiménez, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico. Quedó tendido en el suelo, en medio de un gran charco de sangre. Agentes de la Policía Local y sanitarios trataron durante muchos minutos de reanimarle, sin éxito.
Ya desde el principio, la investigación llevada a cabo por la Comisaría barajó la hipótesis de que la herida en la cabeza no fuera lo suficientemente grave como para haber causado el deceso, sobre todo tras confirmar que la víctima padecía graves patologías previas y problemas cardiacos que habían motivado un ingreso hospitalario reciente, tal y como adelantó este periódico. No obstante, procedieron a la instrucción del atestado como un homicidio, a la espera de lo que pudieran determinar los forenses. El informe preeliminar de la autopsia confirma ahora esa tesis inicial, por lo que la calificación de los hechos se rebaja a lesiones. No obstante, desde el TSJ precisan que podría variar si aparecen nuevas pruebas en el transcurso de la instrucción que apunten en otra dirección.