A pesar de que en la nota de prensa remitida el 2 de octubre por la Subdelegación del Gobierno de Burgos a raíz de la presentación de los Presupuestos Generales del Estado de 2013 se aseguraba que «se impulsará» el estudio de viabilidad de la línea férrea Madrid-Aranda-Burgos lo cierto es que, según denuncian miembros de la extinta Plataforma Ciudadana por el Tren, la vía está completamente abandonada. Una situación que se evidencia especialmente en los tramos por los que no circula el tren, y si bien se mantiene el tránsito de bobineros desde el Norte hasta la capital ribereña todo apunta a que la intención del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) es dejarla morir de inanición para proceder a su cierre definitivo al menos en lo concerniente a la conexión entre Aranda y Madrid.
Si el túnel de Somosierra sigue cortado desde que en marzo de 2011 hubo un desprendimiento que atrapó a una bateadora sin que Adif facilite noticias sobre cuándo va proceder a repararlo, desde el pasado mes de julio la línea se encuentra interceptada además porque alguien ha hecho un par de cortes en un tramo de unos dos metros de uno de los carriles de la línea un poco más adelante de la estación de Riaza, en sentido sur.
Pese a haber transcurrido más de dos meses y medio este problema no ha sido aún solucionado, tal y como pudieron comprobar los antiguos socios de la coordinadora en una visita que realizaron a la zona el pasado puente para ver in situ la discontinuidad. Uno de ellos relataba a DB que el panorama que se encontraron fue «dantesco».
Además del rail seccionado, situado a unos 1400 metros desde la estación de Riaza, en el punto kilométrico 119.140, casi ya en la salida de un túnel en curva, comprobaron que en todo ese tramo han desvalijado el cable eléctrico, de señalizaciones y de comunicaciones. «El túnel estaba hasta arriba de recubrimiento de cable que habían robado y habían hecho cinco hogueras en el interior para quemarlo y llevárselo limpito confiados de que por allí no pasa nadie. Está todo arrasado literalmente y había casetas, como las que hay al lado de los semáforos, abiertas y reventadas. Han arramplado con todo», lamentan, advirtiendo de que ponerlo en servicio de nuevo supondría un desembolso importante.
Sin embargo, consideran que lo más «sangrante» es el corte del rail. Una actuación que sospechan que no se ha realizado con intención de robar, puesto que, a diferencia del punto del cable, próximo a un camino forestal, estaba situado en un sitio nada accesible y la limpieza de los cortes dan mucho que pensar. «Es un lugar raro, sin ningún camino cercano desde el que se pudiera cargar bien el pelado raíl. Si hubieran ido a robar hubieran elegido otro punto para seccionar el carril», relatan.
En su opinión tiene más pinta de un «sabotaje», y dentro de la teoría de la conspiración, no descartan que haya sido con la aquiescencia del propio Adif «para tener otra excusa -advierten- y no arreglar el túnel de Somosierra y además así justificar que no haya ningún tipo de circulación que compruebe el tramo que resta entre ese punto y el túnel del derrumbe». Una dejadez institucional que contrasta con el hecho de que hace apenas año y medio se invirtieran 4,5 millones de euros en mejoras en la línea.
TRASLADO DE PERSONAL. Advierten de que quienes descubrieron el corte en verano avisaron a Burgos y a Madrid, de donde depende esa zona, de la existencia de ese problema en la vía por si iban a mandar una dresina o cualquier vehículo de mantenimiento para que no se produjera un descarrilamiento. Sin embargo denuncian que no se ha hecho nada y, mientras tanto el personal de Adif que estaba destinado a Aranda de Duero ha sido llevado a Burgos «donde estará un año, según se comenta, a la espera de pedir otro destino.
DB ha contactado con Adif para saber si han realizado una evaluación de los daños y conocer si tienen prevista alguna actuación para reparar la línea y poder restituir el tráfico hacia el sur en un futuro pero, como en ocasiones anteriores, ha recibido la callada por respuesta.