La frase más repetida esta semana por parte de la plantilla y el cuerpo técnico del Burgos CF tras el desastre del pasado sábado en Oviedo es la de «volver a levantarse». Los blanquinegros se llevaron una enorme bofetada en tierras asturianas y el objetivo ahora es pasar página, aprender de los errores y sacarse la espina.
La situación no es nueva para el conjunto local en esta temporada, aunque es cierto que ha sido el varapalo más sonado del curso. Sin embargo, ha habido otras ocasiones en las que la escuadra castellana ha sabido volver a ponerse en pie después de recibir un fuerte golpe y confía en poder repetir la fórmula.
Los problemas que está teniendo el equipo fuera de casa han provocado que haya tenido que sobreponerse a notables desilusiones o derrotas dolorosas. La primera ocurrió en la tercera jornada en su visita a El Molinón. Ante el Sporting, el próximo visitante de El Plantío, el Burgos tenía en su mano el empate y en el 98 vio como su oponente hacía el 2-1 en una acción evitable por parte de los blanquinegros. El gol de Queipo dolió, aunque el equipo la siguiente jornada fue capaz de vencer al Eibar en El Plantío y devolver la ilusión a los suyos.
Otra de las derrotas que dejaron huella fue la que encajó el equipo en Valladolid en el duelo regional y con una amplia representación de su afición en las gradas de Zorrilla. El partido acabó 3-0. Las sensaciones fueron mejores que el marcador, pero eso no fue un consuelo. Las acciones puntuales condenaron a los burgalesistas, que también acabaron tocados, aunque resurgieron. La siguiente jornada era el líder el que visitaba El Plantío, un Leganés que había comenzado muy fuerte y que cayó por 1-0.
Más complejo fue lo sucedido en Tenerife. Al borde del descanso, el conjunto chicharrero se quedó con un jugador menos después de cometer un penalti.Curro lo falló y en el inicio de la segunda mitad el Tenerife hizo dos goles. Con todo a favor, el equipo no supo conseguir su primer resultado positivo a domicilio. Una jornada después venció al Villarreal B en su feudo y devolvió la sonrisa a los suyos.
Uno de los momentos más delicados del curso llegó cuando el Burgos perdió de forma clara en Santander después de hacer un partido muy flojo (3-0), empató contra el real Zaragoza en El Plantío (1-1) y posteriormente volvió a ceder como visitante, en este caso en el campo del Eldense, donde el conjunto burgalesista volvió a mostrar su versión menos fiable. El equipo remontó el vuelo en el choque contra el Alcorcón, otra vez en El Plantío. Se fue al descanso con 0-2 y mucho runrún en la grada y en un abrir y cerrar de ojos hizo cuatro goles y disipó las dudas.
Tampoco en Elche el Burgos estuvo a su mejor nivel y perdió 2-0. Sin embargo, en la jornada siguiente superó al Racing de Ferrol, el equipo revelación de la liga, con una gran primera mitad.
El objetivo ahora es volver a reivindicarse ante elSporting después del 5-0. El equipo ya sabe el camino y el entorno confía en que lo encuentre el domingo.