Llevaban un tiempo haciendo de las suyas en la ciudad, en distintos barrios de Burgos, hasta que la semana pasada cayeron después de ser sorprendidos por una patrulla de la Policía Local. Los agentes, que la madrugada del pasado lunes, 12 de febrero, se hallaban de ronda por la zona sur de la capital burgalesa, observaron a tres personas que salían de un local de la calle Claustrillas con ordenadores y teclados. Ante la fundada sospecha de que estaban cometiendo un robo, los policías municipales salieron corriendo detrás de ellos y lograron darles alcance. Se trata de tres varones de entre 36 y 48 años -dos de ellos hermanos- con numerosos antecedentes penales por delitos contra el patrimonio.
Los hechos ocurrieron en la academia ATU de la calle Claustrillas. Los ladrones se colaron en su interior tras forzar el establecimiento y arramplaron con todo lo que pudieron, sobre todo equipos de informática a los que pretendían dar salida en el mercado negro. Los arrestados, que pasaron a disposición judicial, son delincuentes condenados por delitos de la misma naturaleza y con problemas de abuso de drogas. La Comisaría de Burgos, a donde fueron trasladados los detenidos tras su arresto, les considera culpables de otros hechos similares cometidos entre finales del año pasado y principios del presente.
Se les considera presuntos autores del robo que sufrió el Mesón Lara, del G-2, en una madrugada de mediados de diciembre de 2023. Uno de los ladrones agarró la reja de una alcantarilla y la estrelló contra el cristal. Una técnica que ya es todo un clásico entre los delincuentes y que un día antes utilizaron en otro establecimiento a escasos 500 metros de allí, en la Cafetería Castilla, en Vicente Aleixandre. En esos días también se cometieron robos en la zona sur. El Andén 56 sufrió tres asaltos ejecutados por el mismo individuo, según pudieron visualizar en las cámaras de vigilancia.
La dueña del Mesón Lara acudió nada más sonar la alarma y en el local ya se encontraba una patrulla de la Policía Nacional. El asaltante fue directamente a la zona de la barra y reventó la TPV. Después arrampló con el cajón de las monedas de cambio. No habría mucho más de 200 o 300 euros. El daño y, sobre todo, el susto, fue casi lo peor del robo, según reconocían resignadas las responsables del establecimiento tras interponer la denuncia en la Comisaría Provincial.
Nada más visualizar las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia reconocieron al ladrón. Se trataba de un delincuente que actúa habitualmente con su hermano y que es sobradamente conocido por la Policía Nacional. Es presuntamente uno de los detenidos en la intervención de la semana pasada de la Policía Local.
El robo en la cafetería Castilla se produjo sobre las 6 de la mañana del día antes. Los delincuentes optaron por acceder violentamente por la parte trasera, la que linda con el Parque de los Poetas. Después, fueron directamente a por la caja del cambio para llevarse el dinero que había en ella.
En esos días también actuaron en el Andén 56, la sala de conciertos de San Pedro y San Felices. Se trataba de un solo individuo que, de madrugada, trató de forzar sin éxito la puerta de entrada. Al final, logró 'colarse' por la de emergencia y acceder al interior. En su último golpe, se llevó algo de dinero y decenas de entradas que quedaban sin vender.