En un contexto geoestratégico en el que EEUU viene dominando la hegemonía y la competitividad tecnológica, China ha puesto esta semana en jaque al sector de la Inteligencia Artificial (AI) con la nueva herramienta DeepSeek. Se trata de una aplicación que parte de fortalezas tan importantes como que se presenta en código abierto, es gratuita, ha sido desarrollada con una inversión más baja que la de sus rivales y su consumo energético es más sostenible.
En 2022, el lanzamiento de ChatGPT de OpenAI sorprendió a todo el planeta ante lo que iba a representar en el futuro más cercano la AI y, en especial, despertó al gigante asiático con quien EEUU mantiene una carrera feroz por el dominio de la tecnología más moderna y competitiva.
Tres años más tarde, y coincidiendo con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EEUU y su anuncio de invertir hasta 500.000 millones de dólares en el proyecto Stargate como motor de crecimiento junto a OpenAI, Oracle y Sofbank, llega la plataforma asiática DeepSeek. Una app que impacta directamente con su modelo disruptivo y lleva a las tecnológicas de Silicon Valley a repensar sus estrategias después de que compañías como Nvidia, Meta o Microsoft, que junto a otras del sector perdieron un billón de dólares en su valoración del mercado bursátil de Wall Street el pasado lunes.
Solo las acciones de Nvidia, una de las mayores empresas tecnológicas del mundo, perdieron cerca del 14% en el premercado, eliminando más de 490.000 millones de dólares de su valor de mercado.
Por su parte, el índice Nasdaq, que refleja el comportamiento del sector tecnológico, también sufrió un golpe duro, cayendo más del 4% en las primeras horas de la jornada.
En este contexto, DeepSeek ha captado la atención global y se ha posicionado como la aplicación gratuita más descargada en dispositivos iPhone de Estados Unidos, así como también en una buena parte de los países más avanzados.
Se trata de una herramienta que ha logrado lo que parecía imposible, al desarrollar un modelo de inteligencia artificial competitivo, denominado R1. Con una plantilla de unos 200 trabajadores y un presupuesto de tan solo 5,6 millones de dólares frente a los 80 que destinó ChatGPT o los miles de millones invertidos por compañías como OpenAI, Meta o Alphabet (Google) esta firma china se ha situado a su nivel en solo dos semanas de vida.
Además, el sistema operativo de DeepSeek utiliza chips menos potentes para operar, desafiando directamente el modelo de negocio de la empresa Nvidia, cuyos ingresos dependen de la venta de procesadores de alto rendimiento y que tienen un gran consumo energético para desarrollar el gran potencial que está adquiriendo la industria de la inteligencia artificial en todos los sectores y en todo el mundo.
Menores costes
Así, prestigiosos ingenieros de inteligencia artificial han valorado que el modelo R1 es un 96,4% más económico que el desarrollado por OpenAI con un rendimiento comparable que no requiere de suscripciones ni pagos ocultos. En este sentido, Alexandr Wang, CEO de Scale AI, coincidió con Donald Trump al calificar esta irrupción como «una llamada de atención para Estados Unidos», subrayando la necesidad de innovar rápidamente frente a la competencia internacional.
Lo cierto es que DeepSeek acaba de nacer y ya marca un antes y un después en el sector de la Inteligencia Artificial, democratizando la tecnología de última generación y demostrando que las pequeñas empresas pueden competir con los gigantes ya establecidos mediante la innovación y un enfoque de eficiencia.