Bárcena de Bureba tiene nuevos dueños. Esta deshabitada localidad, situada a tres kilómetros del municipio de Abajas y con el silencio como único vecino, ha conquistado a una pareja de holandeses que no dudó hace unos meses en contactar con el anterior propietario, Marcelino Ruiz, para alcanzar un acuerdo económico y comprarla al completo.
Una carretilla y varios cubos de plástico en el exterior de una de las casas mejor conservadas, una chimenea que desprende olor a humor y varias láminas coloreadas colocadas en los huecos de todas las ventanas insinúan que los europeos sí se dejan ver por allí. Su presencia se hace notar también en las calles, aparentemente más amplias tras someterlas a una limpieza de vegetación y residuos.
El portal inmobiliario Idealista publicó en el año 2022 un anuncio de venta de «un pequeño pueblo burgalés abandonado con la iglesia románica de San Julián y Santa Basilisa». Con la intención de darle una nueva oportunidad y repoblar un lugar condenado al olvido, salieron al mercado por 350.000 euros sus 50 viviendas y anexos en el casco urbano, un total de 4.000 metros cuadrados construidos en una parcela de 25.400 de superficie total.
El empresario, procedente de Castil de Lences, omite la cuantía por la que ha traspasado el conjunto ni las intenciones que el matrimonio «de mediana edad» tiene pensado llevar a cabo porque las «desconoce». Si bien, Ramón Alonso, alcalde del municipio colindante, declara a este periódico que habló con ellos «antes de Navidad» y le comunicaron que pretendían «cultivar árboles frutales» en el entorno. Por el momento, los nuevos propietarios «no han acudido al Ayuntamiento a solicitar ningún permiso ni licencia de obra pero tenemos constancia de que han ejecutado pequeñas labores de limpieza en algunas zonas. También de que buscan una casa en alquiler en Briviesca para instalarse de continuo», añade.
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