Habrá que cruzar los dedos o rezar para que el tejado aguante un invierno más y la clave de bóveda no caiga sobre algún feligrés, porque obras no habrá, en el mejor de los casos hasta 2026. La convocatoria del archifamoso convenio de las goteras, que tantas iglesias de pueblo ha salvado de la ruina inminente, se 'salta' un año y no tendrá presupuesto hasta el próximo ejercicio, aunque las bases podrían publicarse en otoño.

La diputada Raquel Contreras, responsable de la Unidad de Cultura, asegura a este periódico que la Diputación no tiene ninguna intención de que desaparezca esta línea de subvenciones que mantiene en colaboración con el Arzobispado de Burgos desde 1993 pero también confirma que  este año no habrá. Se justifica en que la convocatoria 2023-24 no concluirá hasta finales de abril, al haberse ampliado el plazo de ejecución y justificación de las obras hasta finales de abril, por lo que prácticamente se solaparía con la que correspondería lanzar este año.

«Nos vamos a dar un tiempo a ver si poder realizar alguna modificación en las bases de las convocatoria o en las aportaciones», avanza Contreras, que espera que puedan comenzar a trabajar en ella después del Festival de Clunia, uno de los platos fuertes de su departamento, para tener la convocatoria preparada en septiembre u octubre. La última ha estado dotada con 2,6 millones de euros, de los que la Diputación aporta 2 millones y el resto el Arzobispado.Hace años que la Junta de Castilla y León dejó de participar, aunque el Pleno le ha pedido en varias ocasiones que retome sus aportaciones. 

El convenio de las goteras no aparece en el Plan Estratégico de Subvenciones aprobado por la Diputación para 2025, aunque sí está la ayuda de 150.000 euros con el Obispado de Cantabria para la restauración de templos en alguno de los  59 pueblos del Valle de Mena que hasta ahora no han podido beneficiarse de aquel, por depender de Santander y no de Burgos. Tendrán preferencia los de Leciñana, Hornes, Santiago de Tudela, Orrantia y Ribota, tal y como se acordó en una reunión celebrada en julio.

Además, el año pasado firmó un convenio con elArzobispado, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Poza de la Sal para intervenir en 7 iglesias BIC -que tampoco entran en el convenio de las goteras-, las de Villanueva Río Ubierna, Villamayor de los Montes, Castrojeriz, Briviesca, Oña, Poza y Vizcaínos. La Diputación Provincial aportó cerca de 160.000 euros.