La cifra de visitantes que han disfrutado del entorno de los jardines benedictinos del Monasterio San Salvador de Oña este verano ha incrementado considerablemente con respecto al año anterior, en parte por la inauguración de la última edición del Jardín Secreto, que en 2023 no se organizó. Sin embargo, la ilusión con la que muchos de los usuarios acceden al recinto se esfuma al comprobar que menos de una decena de obras artísticas nuevas componen la muestra.
Las cifras no engañan y vuelven a coger peso después de que el espacio expositivo no abriera. A lo largo del 2021, «más de 37.500 personas» se dejaron ver en los paseos y en la Casa del Parque Montes Obarenes-San Zadornil, según los datos que aporta a este periódico el encargado de realizar las visitas, y en 2022, «sobre 20.000». Durante el mes de agosto se han llegado a registrar «cientos de viajeros en una jornada» atraídos por conocer o visitar de nuevo una de las zonas más espectaculares de la abadía y el museo al aire libre que acoge.
Elena y Carlos proceden de Las Merindades y viajan todos los años a la villa condal para contemplar los trabajos artísticos. A pesar de quedar impactados con el resultado de la segunda fase de las obras de rehabilitación del Monasterio, no han sentido la misma sensación al recorrerlo. «El entorno nos maravilla pero esperábamos más obras y de mayor nivel», declaran con cierta pena. Juan Carlos opina igual. En anteriores anualidades, el ex comisario del Jardín Secreto, el artista Carlos Armiño, contactaba con compañeros del gremio que instalaban esculturas, lienzos, piezas creadas con tejidos y otros materiales o composiciones a base de fotografías, de las cuales solo se mantienen unas pocas.
Desde el pasado año perdura la modificación del recorrido puesto que la zona que circunda el edificio histórico ha permanecido en obras y a corto plazo la Diputación iniciará la construcción de la caldera de biomasa que abastecerá de calefacción y agua caliente a la residencia de ancianos. El trayecto actual parte de la Casa del Parque Natural, desde la plaza del Conde Sancho García o el lavadero, extendiéndose hasta el estanque principal y la ría.
El Ayuntamiento, impulsor del I Concurso de Jóvenes Talentos (artistas que han expuesto sus obras), pretendía transformar los jardines en un escenario en el que el ocio sería el gran protagonista. El desfile de moda programado este mes con la Escuela de Arte de Burgos se retrasará al «próximo año por problemas ajenos a nosotros», declara la alcaldesa, Belén Paramio. Antes de la clausura (9 de noviembre) solo se celebrará una segunda muestra en el claustro barroco.