La decepción del lunes, tras ver cómo seis caballitos eran engullidos por las máquinas y abandonados en el suelo del campo de petróleo de la Lora, dio paso ayer en Sargentes a la esperanza, al menos momentánea, ya que se consiguió paralizar el desmantelamiento del yacimiento. A primera hora de la mañana, la Corporación municipal, con el alcalde, Carlos Gallo, a la cabeza, los guardas forestales del Servicio de Medio Ambiente en la zona y una patrulla de la Guardia Civil se personaron en las puertas de las instalaciones, comunicando a los representantes de la empresa Compañía Petrolífera de Sedano que estaban incurriendo en una irregularidad al no contar con la licencia de obras municipal para comenzar a desmontar los distintos elementos del campo.
Al mismo tiempo, el regidor mostraba el decreto de Alcaldía que acaba de firmar solicitando el cese de la actividad, así como la denuncia presentada en la noche del lunes ante el Juzgado de Guardia. Sin embargo, más que los argumentos del alcalde, fueron los de los guardas de Medio Ambiente los que, finalmente, hicieron retroceder a la empresa en su intención de seguir por segundo día con los trabajos.
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