El ambiente enrarecido que flota sobre el Parlamento autonómico no se ha disipado quince días después de la doble sesión que terminó con insultos y bronca entre los procuradores. Carlos Pollán, presidente de las Cortes, aprovechó ayer la celebración de la Junta de Portavoces previa a la sesión plenaria de la semana que viene para pedir que se «rebaje la tensión» dentro del hemiciclo, al tiempo que anunció que no sancionará al vicepresidente autonómico, Juan García-Gallardo, por llamar «imbécil» y «presunto delincuente» al procurador de Ciudadanos, Francisco Igea, en el anterior pleno. Esto, unido a que Vox echó para atrás la declaración institucional para que las Cortes condenaran en el próximo pleno de la Cámara el crimen machista ocurrido en Palencia, apoyada por su socio de Gobierno, con la consiguiente cascada de críticas de la oposición, auguran que la sesiones de la próxima semana volverán a estar marcadas por la crispación.
Sobre la negativa a sancionar al vicepresidente, Carlos Pollán se excuso asegurando que la Mesa de las Cortes no es quién para sancionar al vicepresidente, ya que «es necesario que haya una propuesta motivada por parte de la Comisión de Procuradores». Guante que rápidamente recogieron los partidos de la oposición y, tanto el grupo Socialista como el Mixto pidieron ayer la convocatoria de esta Comisión para que analice posibles sanciones a García-Gallardo.
Tras la Junta de Portavoces, Igea arremetió contra Carlos Pollán y contra el Grupo Popular por «su silencio» al no dar argumentos de por qué no se recogía su petición de apercibir al vicepresidente de la Junta, ya que en el pleno, donde recibió el insulto, el presidente de la Cámara no llamó al orden ni pidió a García-Gallardo que retirara sus palabras. En esta línea, el procurador de Unidas Podemos, Pablo Fernández, calificó de «inaceptable» que se profieran insultos y el presidente «lo permita» o no «obligue» a su autor a «retractarse».
El portavoz del Grupo Popular, Raúl de la Hoz, trató de quitarle hierro al asunto y, preguntado expresamente sobre si apoyarán la reunión de la Comisión para sancionar a García-Gallardo, recordó que en las Cortes «se han vivido momentos de tensión y palabras gruesas», e invitó a «rebajar la tensión». Argumentó además que su grupo no va a «colaborar en la estrategia de estirar el chicle», de lo que acusó a Igea, ni tampoco van a «perder un minuto en una pelea de patio de colegio». «Cuesta 30.000 euros hablar de discusiones de patio de colegio», indicó De la Hoz sobre la reunión de la Comisión en referencia a las dietas a sus miembros.
Por último, desde Vox, Carlos Menéndez arremetió contra las fuerzas de la oposición y recordó que desde el inicio de la legislatura sufren un «acoso constante» y, en concreto, se refirió a la figura del vicepresidente de la Junta, a la vez que rechazó que «algún procurador y algunos medios de comunicación impliquen a Vox en el clima de tensión de una legislatura embarrada».
Violencia de género
El otro foco de discrepancias en la reunión de ayer fue la negativa de Vox de que saliera adelante una declaración institucional en las Cortes contra la violencia machista, con motivo del asesinato el lunes de una mujer en Palencia a manos de su pareja, por considerar que se trata de una declaración «ideológica». «De ninguna manera Vox puede firmar; no iba a firmar una declaración institucional de contenido ideológico, la violencia no tiene género, ni ideología», argumentó su portavoz, Carlos Menéndez.
«La firmaríamos una y mil veces», contrapuso el popular Raúl de la Hoz, que no quiso valorar la negativa de su socio de Gobierno a la declaración. Por el contrario, Patricia Gómez (PSOE), Francisco Igea (Cs), y Pablo Fernández (Podemos) cargaron con dureza contra Vox, pero también contra el PP por su «sumisión» a su socio ante «la vergüenza y el bochorno» en que, a su juicio, convierte el partido de Juan García-Gallardo la política.