Los habitantes de Salas de los Infantes tienen miedo y no es ninguna broma que muchos de ellos han comprado cámaras de vigilancia esta semana, y es que con apenas tres días de diferencia se han producido dos robos distintos en la ciudad milenaria. El primero fue la madrugada del lunes, cuando dos encapuchados accedieron de madrugada, entre las 3.15 y las 3.55 horas, al interior del pub Tilos tras reventar su puerta. Arrancaron y se llevaron la caja registradora. El segundo fue la tarde del miércoles, a plena luz del día, entre las 15.30 y las 16.30 horas, en un piso muy próximo al mítico local de hostelería salense.
Los ladrones aprovecharon esa hora sabiendo que sus inquilinos se encontraban en ese momento fuera del domicilio, es decir, conocían sus horarios. Cuando regresaron después a su casa, en la calle Huertas, apreciaron indicios de que alguien había accedido a la vivienda, rebuscado e incluso sustraído algunos objetos, aunque la casa no estaba revuelta. Los asaltantes entraron por la puerta principal, sin romperla, usando algún método que les permitiera abrirla sin levantar sospecha.
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