El Burgos Club de Fútbol disfruta de sus mejores momentos en los últimos 21 años. Líder de la Segunda División y admirado por el mundo del fútbol a nivel nacional se ha ganado a pulso el título de equipo revelación de la categoría. Cumplido el primer tercio de la competición sus números son espectaculares y después de 14 jornadas ya tiene más de la mitad de los puntos necesarios para asegurar la permanencia, que es el objetivo inicial de un club que tiene el quinto presupuesto más bajo de la categoría.

Los aficionados del Burgos CF todavía se frotan los ojos cuando miran la clasificación y ven a su equipo en los más alto de la tabla. La victoria ante Las Palmas sumergió a los seguidores blanquinegros en un éxtasis inolvidable, impensable cuando comenzó la temporada a mediados de agosto.

Por aquel entonces el Burgos CF presentaba su segundo proyecto, liderado una vez más por su director deportivo, Michu. El máximo responsable y su entrenador, Julián Calero, apostaron entonces por mantener el bloque defensivo que les había permitido salvar la categoría con solvencia la pasada campaña. A partir de ese bloque defensivo construyeron un equipo totalmente nuevo en ataque, con futbolistas de enorme calidad como Bermejo, Gaspar, Artola o Mourad, que se unían a Valcarce y que pronto harían olvidar a Juanma.

Fue un inicio de Liga acorde a sus virtudes. Ganó al Málaga con un solitario gol, lo mismo que ante el Cartagena, y sumó seis empates sin goles en ocho jornadas. Se construyó entonces el mito sobre la defensa del Burgos, el récord de José Antonio Caro y el sistema de juego impuesto por Julián Calero. Pero faltaban los goles (...).

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