El desprendimiento, el pasado mes de agosto, de una parte del talud de la calle Murallas podría, de manera indirecta, haber significado el final del tráfico rodado de vehículos motorizados en este vial ubicado a los pies del cerro del Castillo. El equipo de Gobierno no solo tiene intención de peatonalizar esta calle en un futuro más o menos próximo, sino que su idea es que por este lugar no vuelvan ya a circular los coches.

Todo depende de lo que diga un informe encargado a la Concejalía de Tráfico, aunque en el Ejecutivo son optimistas, ya que entienden que existen alternativas en otras vías próximas para el tránsito de vehículos.

Lo que se quiere hacer, para que se entienda el ejemplo, es seguir los pasos de lo sucedido en el entorno del Arco de San Martín. Al inicio del mandato se cortó al tráfico y es ahora cuando se están acometiendo las obras reurbanización. Eso sí, no es menos cierto que ese punto de la fortaleza medieval estaba sufriendo mucho el paso de vehículos y se hacía necesario impedir la circulación para detener su deterioro.

La calle Murallas permanece cerrada desde el desprendimiento del talud y la idea es solicitar a la Comisión de Patrimonio que permita retirar otros 30 metros del talud ya que tanto en Bomberos como en el área de Vías Públicas ven necesario consolidar un tramo mayor para evitar nuevos peligros a futuro.