El partido de Copa del Rey que el pasado 6 de enero enfrentó a la Arandina CF y al todopoderoso Real Madrid se desarrolló casi sin incidentes, a pesar de las casi 10.000 personas que se dieron cita en la tarde de Reyes en el Estadio Juan Carlos Higuero. Al menos, no trascendió ninguno de importancia, pero una de las intervenciones policiales ha acabado en los Tribunales. Los encausados son, por un lado un menor se enfrenta a una sanción administrativa y, por otro, un hombre sobre el que se instruye una causa por un delito de atentado contra la autoridad y dos de lesiones.
Según el auto de la jueza de instrucción, los hechos se produjeron a las 19:45 horas, casi dos horas antes del inicio del partido. Un agente de la Policía Local vio que un joven encendía unas bengalas y tiraba un petardo, por lo que le dio el alto. Lejos de atender el requerimiento del agente, el chico echó a correr pero fue interceptado a los pocos metros. Cuando le estaba tomando los datos, apoyado por otro agente de la Policía Local y dos de la Nacional, «un grupo de jóvenes comenzó a increparles mientras encendías bengalas».
Fue en ese momento cuando entró en escena un hombre que golpeó por la espalda al primer policía local «cayendo este al suelo, teniendo que hacer uso los agentes de las defensas reglamentarias para contener a los jóvenes que les estaban increpando y repeler la agresión» de este hombre, ahora acusado, que también golpeó en la cara al otro agente de la Policía Local.
Este es el relato de los hechos que resume el auto de la instrucción de este procedimiento, contra el que el acusado ha interpuesto un recurso por considerar que hay «falsedad» tanto en el atestado como en los testimonios de los agentes policiales, por lo que pide que se archiven todas las actuaciones. Según el relato del acusado, habían tirado al suelo al menor y, tras ponerle de pie e identificarle, uno de los policías locales le empujo «sin ton ni son, así como le llamaron 'moro de mierda'», los agentes municipales pegaron «sin causa y sin razón con la porra extensible de metal» a este hombre «para posteriormente unirse a la agresión desmedida sin razón e injustificada los agentes de la Policía Nacional que iban de paisano, todos ellos pegándole con las porras extensibles». El relato en el recurso añade también que le volvieron a pegar «con la porra en la cabeza un golpe fuertísimo» cuando estaba ya en el suelo.
La Audiencia Provincial de Burgos, que ha analizado este recurso, lo desestima asegurando que hay suficientes indicios para sostener la acusación contra este hombre, fundamentada tanto en las manifestaciones de los agentes que intervinieron, como en los partes médicos y los informes médico-forenses, además de una grabación en vídeo que aportó la propia defensa en el recurso de apelación a la instrucción de este proceso judicial.