La celebración del Día del Ermitaño marca de alguna manera el cierre del año sanjuanero. Este domingo, junto a esta figura, la Cofradía organiza un acto tradicional en el que el actual presidente Roberto López de Davalillo pretendía introducir cambios. Así lo avanzó, aunque el protagonista reconoce que «el pasado 1 de abril marcó un antes y un después». Esa fecha celebraron una convulsa asamblea en la que se llegaron a tumbar las cuentas y aunque finalmente se aprobaron, el choque llevó a la junta directiva a anunciar su dimisión tras las fiestas. Concluida la celebración, Davalillo y su equipo se dieron un tiempo para reflexionar y el plazo continúa vigente. De todas formas, aquella decisión dejó al Ermitaño sin novedades, por lo que respecto a otras ediciones se copiará la misa, el reparto de bollos y el concierto de la banda de música municipal.
Davalillo considera, como lo expresaba hace un año, que esta jornada debe evolucionar para dejar de ser algo minoritario en el mundo sanjuanero, porque hay que tener en cuenta que por ejemplo el año pasado de los más de 10.000 cofrades solo subieron al monte unas 250 personas. «Teníamos en mente el cambio de fecha, incluso sabíamos qué día hacerlo, para conseguir una jornada festiva y que subieran las cuadrillas», afirma el presidente.
Incluso se planteaba organizar un concierto junto a Ebrovisión, con el reto de revitalizar la tradición. Con todo, desde la Cofradía su representante considera que el primer año «igual no subían tantas personas como pensábamos, pero creíamos que era necesario», apunta Davalillo, quien remarca que para atraer a más público «ahora no vale con ofrecer un bollo preñado». De cara a futuro, el presidente no habla de lo que se pueda hacer, porque tras este fin de ciclo que representa el Ermitaño tocará hacer balance para comunicar qué decisión adopta él y su junta respecto a la continuidad al frente de la entidad sanjuanera.
En cualquier caso, sobre el acto en sí y debido al seguimiento actual, Davalillo y su junta han acortado las actividades previstas. En este 2024 respecto al año pasado, no contratarán hinchables y tampoco organizarán la comida solidaria que en 2023 se hizo a favor de la labor que realiza Cáritas. Sobre lo que sí que habrá, el presidente destaca el cambio de hora de la misa. El Día del Ermitaño está incluido en las actividades de las fiestas patronales y en el programa aparece a las 11 horas, aunque «será a las 11.30», puntualiza.
El cambio se justifica en que «hemos tenido problemas para encontrar un cura y el que hemos conseguido solo podía a esa hora», afirma el presidente, quien reconoce que incluso llegaron a planificar un acto alternativo en recuerdo de los fallecidos. Finalmente la ceremonia se salvó y de nuevo estará amenizada por el Orfeón Mirandés. Después se darán los bollos a las 11.45 y a las 13 horas en el templete de La Laguna habrá una actuación de la banda municipal de música. Para concluir esta XLII edición, en la caseta de la Cofradía de San Juan del Monte, se repartirá un vino entre los presentes. Como única novedad, se ha vinculado a la celebración, una marcha benéfica para el sábado a las 18.30 horas, con salida desde el parque Antonio Machado.