Kenneth Horton está viviendo uno de los momentos más dulces de su carrera. Desde que cruzó el charco para probar suerte en el baloncesto europeo, el ala-pívot neoyorquino ha pasado por Francia, Finlandia, Alemania, Kazajistán e Italia hasta desembarcar el verano pasado en el San Pablo. Su llegada a la ACB, la mejor liga del Viejo Continente, supuso un salto en su trayectoria, pero levantar dos títulos era algo difícil de imaginar. No obstante, asegura que aterrizó en Burgos con la mentalidad de ganar y avisa que los azulones han venido a Nizhny Novgorod con la voracidad de un equipo campeón.
Después del segundo brote de covid y las últimas derrotas en la Liga Endesa, ¿qué sensaciones tienen de cara a la Final Eight?
Nos hemos preparado esta semana y estamos listos para ganar otra vez. A nivel personal, mi cuerpo se siente mejor y estoy empezando a volver a mi nivel de antes. Creo que a mis compañeros les está sucediendo lo mismo.
¿Ha sido duro el proceso de volver a reencontrarse como equipo?
No creo que haya sido duro físicamente, sino un tema mental. Después de no poder jugar durante dos semanas, cuesta tener confianza, coger el ritmo... pero, como te digo, es más un tema mental. No obstante, creo que hemos vuelto por el buen camino. Las derrotas en liga dolieron, pero de alguna manera fueron buenas para demostrarnos que tenemos que sacar nuestro mejor baloncesto si queremos cumplir con los objetivos.
Esta vez llegan a Rusia como campeones de la Champions y no como novatos, ¿sienten más presión?
No, estar en una Final Eight ya es presión para todos porque queremos ganar. Nos llevamos el título en octubre, pero eso forma parte del pasado. Ahora es un nuevo trofeo y nos tenemos que centrar en eso. Nuestro objetivo es ganar tres partidos y traer el título a casa.
¿Es el San Pablo mejor equipo que entonces?
Más experimentado. En Atenas fue la primera vez que jugamos juntos como equipo. Desde entonces, hemos pasado por muchas situaciones, y adversidades, como los dos brotes de la covid. Hemos afrontado cosas juntos y nos han unido. Hemos crecido. Tenemos hambre de victoria, el mismo que tuvimos en Atenas o más.
Entonces, ¿están más preparados para ganar?
Estábamos preparados entonces, pero ahora tenemos más experiencia (...).
(Entrevista completa, en la edición impresa de Diario de Burgos de este miércoles o aquí)