El informe de 2024 sobre consumo de tabaco que realiza la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) a partir de los datos de la Encuesta Nacional de Salud refleja que en la provincia de Burgos se produjo el año pasado un leve aumento del número de personas que fuman a diario. Aunque porcentualmente sigue estando en el 19% del conjunto de la población, las mujeres y hombres enganchados habitualmente, en datos totales, son 348 más que en 2023, 58.539 frente a 58.191. Las cifras que recoge esta entidad no gubernamental se retrotraen en el tiempo hasta 2009 por lo que se puede observar la evolución del tabaquismo en la provincia: En aquel año fumaba el 35% de los varones y el 22% de las mujeres y en 2024, el 23% y el 15%, lo que indica un descenso de 12 y 5 puntos respectivamente, evidencia de un comportamiento desigual entre ambos sexos.
La otra singular diferencia aparece con respecto al inicio de la adicción. En el tramo de los 15 a los 24 años, que es cuando se comienza el coqueteo con los cigarrillos, el número de fumadoras es de 2.104 frente a los 1.477 chicos de esa edad, lo que probablemente tiene que ver con la tardía incorporación histórica de las mujeres al tabaquismo. De hecho, ese es el único tramo de edad en el que ellas superan numéricamente a los varones, y cuanto más atrás se va en el tiempo más grande es la brecha: entre las mujeres que tienen 75 años y más solo fuman 428 frente a los 2.428 varones. En el total de la población, hay 35.128 varones que fuman a diario y 23.411 mujeres.
En las sesiones de deshabituación del tabaco que ofrece la AECC y en las que participan personas que quieren dejar de fumar se ofrece todo tipo de información sobre las estrategias publicitarias y de marketing que se utilizan para que un producto que mata y produce graves enfermedades y discapacidades se siga vendiendo. Una de las más singulares es la creada en los años 20 del siglo pasado, cuando la idea general era que fumar tenía muchos beneficios para la salud y en concreto para la garganta porque «aclaraba la voz». Pero las empresas tabacaleras estadounidenses estaban preocupadas por el bajo consumo entre el público femenino, ya que socialmente el tabaco se vinculaba a las mujeres en espacios de marginación como la prostitución. Edward Bernays, considerado uno de los padres de las relaciones públicas, se inventó entonces la campaña Antorchas de la libertad, con la que incluyó el tabaquismo en las reivindicaciones feministas haciendo que fumar fuera una cosa «liberadora y moderna», para lo que convocó a un grupo de actrices a las que hizo pasar por sufragistas que se pusieron a fumar en público en un acto público en Nueva York para que los fotógrafos recogieran el momento, que se viralizó y normalizó a las mujeres con sus antorchas de libertad, es decir, con sus cigarrillos. En los años siguientes se pasó del 3 al 30 por ciento de fumadoras.
El 19% de la población fuma todos los días y un 2% lo hace ocasionalmente
En España también las mujeres se incorporaron masivamente mucho más tarde que los varones al tabaco, alrededor de finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado, por lo que las patologías vinculadas a él también llegaron más tarde. Los tumores de pulmón, por ejemplo, hace treinta años eran prácticamente todos masculinos, pero poco a poco se han ido igualando.
De ese 19% total de fumadores que hay en la provincia de Burgos, la mayoría tienen entre 25 y 34 años (el 38% de los que tienen esa edad consumen tabaco) y a partir de esas edades empiezan a descender: el 25% de 35 a 54 años siguen con la adicción; de 55 a 64, el 18%; de 65 a 74, el 12% y de 75 años y más, aún fuma un 6% de todas las personas.
La Asociación Española contra el Cáncer ofrece también datos de quienes fuman ocasionalmente, que son un 2% de la población (6.690); de exfumadores, el 23% de los burgaleses (71.017) y de quienes nunca han tenido este hábito (172.035).
Quienes continúan fumando no solo se arriesgan a tener problemas graves de salud sino que tienen un importante gasto anual. Es mareante ver las cifras de ventas de tabaco en euros entre enero y noviembre de 2024 en Burgos que ofrece Hacienda. Los 58.539 fumadores se gastaron 90.683.531 euros. Los que más, quienes fuman cigarrillos (77,5 millones), seguidos de los que consumen tabaco de liar (6,4 millones), los que tiran de puros (5,6 millones) y los que encienden una pipa (1,05). En cuanto a las unidades consumidas (cajetillas de cigarrillos, unidades de puros y kilos de tabaco de liar y de pipa) fueron 34.129.595.