i.m.l. / moradillo de roa
Que la calidad de vida en la comarca ribereña es buena no se le escapa a nadie, pero las cifras lo corroboran. Un estudio realizado al amparo de la Fundación BBVA coloca a tres localidades ribereñas entre las que menor tasa de mortalidad femenina en el ámbito nacional. El Atlas de mortalidad en municipios y unidades censales de España, que refleja el riesgo de mortalidad de las principales causas de mortalidad, por sexos y en función de distintos grupos de edad en más de 2.200 zonas geográficas entre los años 1984 y 2004, constata que las mujeres de Fuentenebro, Haza y Moradillo de Roa, por ese orden, se encuentran entre las de las 25 localidades con menor riesgo de mortalidad con respecto a la media española, concretamente en los puestos 17, 19 y 21.
Según los porcentajes del estudio, estos tres municipios comparten cifras con un 37% menos riesgo de mortalidad que la media de España. En cuanto a la probabilidad de fallecer por algunas de las enfermedades más comunes, el riesgo de muerte por dolencia cardiovascular es un 52% menor que la media nacional, mientras que por problemas de riego sanguíneo es un 32% menor y casi un 40% en el caso de la diabetes. Otra curiosidad, el riesgo de morir en estas localidades a causa de un accidente de tráfico es un 7% menor que en la media de España.
En el caso de los hombres, la situación varía y Fuentenebro se encuentra en el puesto 66 del ranking, Haza en el 68 y Moradillo en el 70, con un riesgo de mortalidad un 35,4% de la media nacional.
ejemplo vivo. Como las cifras son muy frías, buscamos ejemplos de la menor mortalidad en Moradillo de Roa. Todas las encuestadas consideran que no tienen nada especial para vivir más años. La farmacéutica del municipio, Ascensión Ruiz, apunta que un motivo puede ser que la media de edad en Moradillo es más baja que en otras localidades cercanas, destacando la franja de edad entre los 55 y los 65 años y con pocas mujeres que superen los 90.
Al preguntar a las vecinas por el secreto de su longevidad, no se ponen de acuerdo. Por ejemplo, Engracia Sanz reconoce que se cuidan pero no hace nada especial. «De dieta, ni sí ni no», afirma segura Concha García. Algo que corrobora Ángela Rincón que apunta que la alimentación es saludable «porque comemos del huerto las verduras, las gallinas de corral y sus huevos» y tiene gran actividad física «andar con el buen tiempo y jugar a las cartas en invierno, que es ejercicio mental».
Un puñado de las entrevistadas coinciden en que el clima de la localidad que puede colaborar en la menor mortalidad de las mujeres. «Aquí siempre te dicen que te morirás de una pulmonía pero no de tuberculosis», recuerda Irene Arranz. «El fresquito que hace aquí conserva más a la gente, se ve a gente mayor que está muy bien», asegura Ángeles González, una extremeña que pasa en Moradillo largas temporadas. Entre las jóvenes, Blanca Mayor afirma, medio en broma medio en serio que «es por el viento, como estamos en alto, nos quita la polilla, somos como las nórdicas, el viento nos hace el lifting y nos conservamos frescas», idea en la que incide Chelo La Rosa, una mirandesa que lleva cuatro años viviendo en esta localidad ribereña, que coincide en que «esto está muy alto y los aires se respiran bien».
Otros motivos de esa mayor longevidad los enumera el alcalde, Javier Arroyo. «Raro es el día que no dan el paseo de fuente a fuente, típico aquí; otro secreto es la repostería que hacen, única en el mundo, como las sardinillas y otros dulces, y también estoy seguro que todas beben en sus comidas o cenas un vino bueno de las uvas del páramo de Moradillo», explica.