Partido Popular y Ciudadanos se ponen en marcha en la búsqueda de un pacto que garantice la investidura del presidente de la Junta y aporte estabilidad al futuro gobierno autonómico. Las conversaciones se iniciarán esta misma mañana entre dos delegaciones regionales de ambas formaciones políticas, aunque estarán supervisadas por el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y el secretario de Acción Institucional de Cs, José María Espejo.
La reunión, que se celebra en las Cortes de Castilla y León, tiene como objetivo alcanzar un acuerdo de gobierno tras los resultados electorales del pasado 26-M y una vez que las directivas nacionales de ambos partidos hayan fijado los criterios generales de negociación.
El comité autonómico que negociará por parte de Ciudadanos, dado a conocer ayer por la mañana, estará liderado por el candidato a la presidencia de la Junta, Francisco Igea. Junto a él estarán los secretarios autonómicos de Acción Institucional, David Castaño, y de Organización, Miguel Ángel González, a los que se ha sumado la leonesa Gemma Villarroel, secretaria de Organización de la formación naranja en León.
Por su parte, los populares estarán representados por su presidente autonómico y candidato a la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, junto al portavoz parlamentario, Raúl de la Hoz; el coordinador del programa electoral, Carlos Fernández Carriedo; y la vicesecretaria de Estudios y Programas, la zamorana Isabel Blanco.
La dirección de Cs prioriza la negociación con el PP, como «socio preferente», pero de manera «excepcional» se abre al PSOE y cierra su diálogo con Vox. En Castilla y León, el partido de Santiago Abascal no es decisivo en la Junta pero sí para que los populares mantengan los ayuntamientos de Burgos y Palencia en un acuerdo a la andaluza.
Decálogo y líneas rojas. El decálogo fijado por Ciudadanos para la negociación recoge la defensa de la unidad de España, la bajada de impuestos, el apoyo a autónomos y emprendedores, así como terminar con los «dedazos» y «chiringuitos» en la administración o exigir un modelo de financiación más justo. También plantea la eliminación de todos los aforamientos -procuradores y miembros de la Junta-, donde el PP en su programa electoral recoge la supresión solo para quienes no estén en el Ejecutivo.
El presidente autonómico del PP, Alfonso Fernández Mañueco, pretende poner en valor los acuerdos alcanzados con Ciudadanos en la pasada legislatura y destacar la radicalidad del PSOE de Luis Tudanca como «discípulo del sanchismo».
Como bases de la negociación, Fernández Mañueco ha reiterado en los últimos días su apuesta por el mundo rural, la calidad de los servicios públicos y la reducción de impuestos, así como la eficiencia en la administración lo que implica «remodelar» la misma para «eliminar lo que sea ineficiente».
El PP no presenta ‘líneas rojas’ en la negociación con Cs, como explicó su ‘número dos’, Francisco Vázquez, aunque «no es negociable» que el candidato a la presidencia de la Junta sea Mañueco.
En las elecciones autonómicas celebradas en 2015, el Partido Popular perdió la mayoría absoluta por un escaño y, para avanzar en la investidura de Juan Vicente Herrera ya tuvo que firmar con Ciudadanos un documento por la regeneración democrática. Después, suscribieron un acuerdo para la gobernabilidad de la Comunidad. En esas negociaciones, no intervinieron miembros de la dirección nacional de ambos partidos, en esta ocasión los contactos serán supervisados por dirigentes de la máxima confianza de Pablo Casado y Albert Rivera.
Dos semanas.
Los primeros pasos oficiales de esta legislatura se producirán el 21 de junio con la constitución de las nuevas Cortes, que tendrán 81 procuradores, tres menos que en el anterior mandato. Esto supone que quedan dos semanas para cerrar un acuerdo que incluya la Mesa de las Cortes y el Gobierno autonómico, ya que a partir de esa fecha, el nuevo presidente del Parlamento iniciará una ronda con los grupos para proponer el candidato a la Junta, que necesita mayoría absoluta en la primera votación y simple en la segunda.
Las elecciones arrojaron 35 procuradores para el PSOE, 29 para el PP, 12 para Ciudadanos, dos para Podemos y uno, respectivamente, para Vox, UPL y Por Ávila.
Si socialista Luis Tudanca, ganador de las elecciones, aspirara a la Junta podría ser elegido en segunda votación con la abstención de Cs. Mañueco, en cambio, necesita los votos naranjas para superar al PSOE.