Las Huelgas avanza en la restauración de 16 telares del s. XVI

I.L.H. / Burgos
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De gran valor, representan las estaciones y signos del Zodiaco. En un mes abordarán 2 de los 4 que restan

Uno de esos reposteros con el color verde del terciopelo recuperado. - Foto: Patrimonio Nacional

Como todos los textiles que atesora el Monasterio de Las Huelgas, los dos telares que el mes que viene comenzarán a restaurar son de gran valor. Forman parte de un conjunto de dieciséis paños o reposteros que representan las cuatro estaciones y los signos del Zodiaco, utilizando para su recreación figuras de soldados romanos. Todos ellos fueron fabricados  en el primer tercio del siglo XVI. 

Patrimonio Nacional inició en 2018 la restauración de estos bienes, trabajando en dos cada año. Así hemos llegado a los que hacen el número 13 y 14 del total de dieciséis, por lo que hasta el año que viene no terminará la serie. 

Todos estos paños están bordados con cordón de oro sobre terciopelo verde y las carnaciones de las figuras humanas van pintadas para darle más realismo a la obra. Algunos presentan decoración de candelieri (vegetales) con mascarones, jarrones, cabezas de angelotes y cestas. Y en su mayoría tienen unas dimensiones de en torno a los 370 X 155 centímetros.

En palabras de la restauradora, «en general, los reposteros tenían un estado de conservación delicado, en especial sus bordados». Y en los dos en los que se trabaja este año se mantendrá un proceso de reintegración que requiere «retirar la suciedad acumulada por el paso del tiempo, recomponer las policromías, los tejidos quebradizos y las pérdidas puntuales en costuras de confección e hilos, completar las zonas del textil que presentan pérdidas del pelo del terciopelo, etc. También se retirarán las restauraciones anteriores que en algún caso han llegado a impedir la lectura del diseño original de la pieza».

La restauradora de tejidos Mónica Enamorado Martínez se encarga de estos trabajos por un importe de 14.000 euros. Su intervención supone en primer lugar trasladar los reposteros al taller para realizar una documentación fotográfica previa a la intervención. Una vez estudiado el deterioro y las restauraciones anteriores, llevará a cabo una limpieza mecánica (por aspiración) y manual (con pinceles y brochas). A continuación desmontará los forros y el antiguo sistema de cuelgue y eliminará las restauraciones anteriores que estime oportunas, así como los zurcidos y descosidos. Habrá luego que sujetar los hilos sueltos y dar un repaso a la confección perdida antes de volver a montar los forros.