A diferencia de la inmensa mayoría de pueblos, que se las ven y se las desean para incrementar su censo y combatir la despoblación, en Villalbilla de Burgos el padrón no hace sino aumentar año tras año.
A día de hoy son cerca de 1.500 habitantes, el doble que a principios de siglo. Más de la mitad conviven en este municipio, mientras que los restantes se reparten entre la urbanización Villas del Arlanzón, al pie de la avenida de Villalonquéjar, y en las cercanas pedanías de Villacienzo y de Renuncio. El incremento de vecinos que conviven a diario en esta localidad, buena parte de ellos familias con niños pequeños, ha terminado por saturar el centro cívico por momentos.
Las muchas actividades que se programan, el servicio de biblioteca y su alta demanda han 'obligado' al Consistorio a plantearse en serio ampliar estas dependencias municipales. El alcalde, Teódulo Revilla, explica que ya cuentan con el proyecto básico y de ejecución y esperan que las obras, una vez salgan a licitación y se adjudiquen, puedan arrancar en las próximas semanas. El montante previsto ronda los 140.000 euros, que se emplearán en cubrir un jardín de unos 100 metros cuadrados en la parte noroeste del inmueble en el que se ubicarán dos nuevas salas multiusos. «Es un edificio que tiene años, y aunque cuenta con grandes espacios, la población va aumentando y hay días que se nos queda pequeño», reconoce.
Aunque con motivo de la construcción de la nueva guardería se consiguieron liberar los locales anexos a la biblioteca y a la cafetería, que se han convertido para otros usos, el volumen de usuarios que registra esta dotación no hace sino aumentar a cada mes que transcurre. Así las cosas, se levantarán dos nuevas salas de 53,8 y de 29 metros cuadrados respectivamente en la parte trasera del inmueble.
Nuevos aforos. La capacidad de cada una de estas será de 27 y de 15 personas. Del mismo modo, se plantea habilitar una cocina de 6,3 metros cuadrados que dé soporte al servicio de bar ya existente. El inmueble original data del año 1930, aunque desde su construcción se ha sometido a numerosas reformas y rehabilitaciones a lo largo del tiempo para mantenerlo en buen estado de conservación.
«En verano son el epicentro de los campamentos para niños y niñas o de la semana cultural, mientras que durante todo el año albergan actividades», indica Revilla. Al estar enclavado entre dos calles con niveles diferentes -la que da a la fachada principal está más alta que la de las traseras- se barajó en un primer momento construir una especie de sótano para ganar aún más espacio. Finalmente el Ayuntamiento desistió de esa idea vistas las complicaciones que se podrían generar durante los trabajos de excavaciones. El plazo de ejecución de la obra aparejada a esta ampliación del centro cívico multiusos es de medio año, por lo que no se podrá estrenar hasta 2025.
Por otro lado, antes de que los escolares regresen a las aulas, el Ayuntamiento está aprovechando para poner a punto el colegio público Gloria Fuertes. Gracias a la subvención de la Junta se ha podido cometer una pequeña reforma valorada en 30.000 euros.