«Cacicada», «adjudicación a dedo», «falta de transparencia», «hurto de derecho al resto de empresas», «mucho que esconder», «sin argumentos»... Las palabras de los miembros del PSOE, Carlos Andrés Mahamud, y de Izquierda Unida, Raúl Salinero, en el Consejo Extraordinario del Servicios Municipalizado de Autobuses, Movilidad y Transportes (Samyt) son, cuando menos, alarmantes.
Devienen de la reunión extraordinaria celebrada el pasado jueves en la que el PP decidió, en contra de la postura de toda la oposición, una ampliación de contrato a la UTE Busbur, constituida años atrás para optar al concurso -que se adjudicó esta unión temporal de empresas- de los autobuses urbanos por el sistema de renting. En concreto, y tal y como reza el orden del día, la finalidad es la de «dar cobertura al mantenimiento del sistema de billetaje sin contacto y nuevas TIPs (pantallas que anuncian la llegada de los buses a las paradas)».
Tanto PSOE como IU aseguran que la ‘adjudicación’ de la ampliación del contrato se hizo «a dedo» sin «argumentos» que lo sostengan y «hurtando el derecho a concursar a otras empresas que pudieran mejorar el precio y el servicio», en palabras de Andrés Mahamud, que consideró «una nueva barbaridad» del presidente del Consejo, Esteban Rebollo, un «imperdonable proceso» que «responde a los intereses del PPy no a los de la ciudad».
Salinero no fue menos contundente y señala que se trata de un «aliciente de 35.500 euros más IVA para una empresa que incumple sistemáticamente el contrato». El edil de la coalición preguntó en el Consejo por qué en este contrato, el del renting, no se ha producido «ninguna reducción, medida contemplada en el plan de ajuste y que sí se ha aplicado a otros contratos como el de la limpieza», definiendo como «intocable» la relación contractual del Ayuntamiento con esta UTE.
También Andrés se pregunta «por qué todos los contratos que dependen de Rebollo tienen o han tenido problema para salir adelante, o las empresas que los tienen no cobran, y en este caso cobran puntualmente, sin fallo o retraso desde el primer día hasta el último». En definitiva, ambas declaraciones rezuman bastante más que una mera denuncia pública de lo sucedido. ¿Y qué es eso?
Quizás tenga algo que ver con el enfado de la oposición el hecho de que un hijo de Esteban Rebollo esté contratado por la UTE en cuestión. Concretamente, se dedica a atender cuestiones informáticas de la UTE, una parcela a la que, precisamente, va dedicada la ampliación del contrato.
No es nuevo
Según ha podido constatar este periódico, el hijo del concejal lleva años trabajando para la UTE en cometidos informáticos. Uno de los encargos que recibirá Busbur es el de controlar el sistema de gestión y mantenimiento del billetaje sin contacto, labor que requiere de una supervisión informática y que hasta la fecha «venía realizando otra empresa», según Salinero.
También está contrastado que el puesto de trabajo se creó tras la adjudicación del contrato del renting, momento en el que Esteban Rebollo ya formaba parte del Consejo de Administración del Samyt pese a no ser concejal. Posteriormente presidió el Consejo en la anterior legislatura cuando accedió a un acta de concejal y, tras quedarse fuera de los concejales electos, fue nombrado de nuevo ostentando el cargo hasta la actualidad aunque, desde diciembre de 2011, de nuevo con acta de concejal por la salida de Gema Conde rumbo al Congreso.
En la votación del pasado jueves, en la que se decidió la ampliación de contrato, Rebollo estuvo presente en todo momento y ni se abstuvo ni se ausentó cuando se aprobó el cuarto y último punto del orden del día, que es el que ha desatado esta polémica. Este periódico trató ayer, sin éxito, de contactar con el aludido.