El contrato de Ordenación y Regulación de Aparcamiento de vehículos en la vía pública (ORA), lo que popularmente se conoce como la zona azul, acumula ya nueve meses caducado y, sin margen para el error, se puede anticipar que superará el año sin que el Ayuntamiento haya sido capaz de licitar y adjudicar la prestación de este servicio a una nueva empresa.
Más allá de que no exista un contrato en vigor entre Eysa y el Ayuntamiento y que el servicio se tenga que prestar mediante el abono de reconocimientos extrajudiciales de crédito, el retraso conllevará que habrá que esperar para introducir mejoras como la sustitución de todos los parquímetros que hay por la ciudad (para permitir el pago con tarjeta), así como otras novedades que puedan proponer en sus ofertas los licitadores. En un principio, la expansión de la zona azul queda supeditada a lo que digan los vecinos del Casco Alto aunque el equipo de Gobierno tampoco está siendo precisamente ágil con la prometida consulta a los residentes. La otro opción que se baraja es el entorno de Vadillos, donde también hay quejar por los problemas para aparcar.
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