Una persona con diagnóstico de lumbalgia de más de 15 días de duración y sin apenas respuesta al tratamiento convencional de urgencia tendrá que esperar hasta febrero del 2024 para que la valore un fisioterapeuta de Atención Primaria; valoración que, según se especifica en los papeles que le han facilitado en su centro de salud, no se hará de manera presencial. «Su profesional se pondrá en contacto telefónico con usted a la hora aproximada de la cita», le indican, como única información con respecto a la consulta que su médico de cabecera solicitó en agosto por el dolor que el paciente soportaba desde hacía más de dos semanas y que, tras dos visitas a Urgencias, había llegado a ser invalidante.

Hace años que los fisioterapeutas de Atención Primaria alertan de la necesidad de incorporar más profesionales a la plantilla, que en Burgos se distribuye en diez unidades: tres en la capital y siete en la provincia (en Aranda, Miranda, Medina, Villarcayo, Briviesca, Lerma y Salas). La Consejería de Sanidad anunció a finales del año pasado, en la comparecencia de presupuestos ante las Cortes regionales, que en 2023 se iba a «potenciar a las unidades de fisioterapia de Palencia y Burgos», para, entre otras cosas, facilitar la implantación del programa de Afrontamiento Activo del Dolor Crónico.

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