¿Más cerca del fin de las guerras?

Agencias
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El líder republicano confía en cumplir su objetivo de acabar con las hostilidades en Gaza y Ucrania gracias a un carácter mucho más influyente que el de Biden

El conflicto en la Franja deja hasta el momento, según las autoridades del enclave, 42.000 muertos y miles de desplazados. - Foto: Reuters

Su carácter fuerte, su personalidad descarada y su discurso desafiante podrían dar a entender que el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos echará más combustible a las guerras en curso. Sin embargo, es posible que su reelección suponga el inicio de una nueva etapa pacifista. Al menos, así lo ha defendido una y otra vez el magnate estos últimos meses en campaña, garantizando que es capaz de acabar rápidamente con los conflictos en Ucrania y Gaza, aunque sin especificar cómo.

«No voy a empezar guerras, voy a frenar guerras», insistió hace dos días el republicano tras imponerse a las urnas, en alusión a la situación en Oriente Próximo. En este sentido, el político conservador podría ser una pieza clave para presionar al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. «Creo que Trump tendrá más poder sobre Netanyahu. Biden fue débil, decía una cosa pero hacía otra. Trump no aceptará que nadie lo manipule. Para él alargar la guerra no es una opción», apunta el director del Centro de Ayuda Legal de Jerusalén, Issam Arouri.

En opinión del exjefe de Gabinete del dirigente hebreo, Aviv Bushinsky, al premier le resultaba más sencillo llevarle la contraria a Joe Biden. «Israel espera que respalde sus políticas hacia Hamás e Irán, pero si Trump desea poner fin a las guerras, no será tan fácil para Netanyahu oponerse», apunta.

No obstante, el mandatario judío puede encontrar ahora vía libre en sus aspiraciones de mantener un control de seguridad sobre Gaza, colonizar el norte de la Franja o anexionarse Cisjordania, claros objetivos de sus socios de Gobierno ultraderechistas a los que Biden se ha opuesto. La primera legislatura de Trump ya dejó huella en la región: reconoció Jerusalén como capital de Israel, además de cortar fondos a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

«Detrás de las ansias de Trump por acabar con la guerra están sus ambiciones económicas, porque prometió a los estadounidenses una mejor economía», indica Arouri, quien cree que al presidente electo «no le interesa crear una imagen de hombre de guerra»; sino demostrar que tiene una «política alternativa» presionando por dos vías: recuperar a los rehenes y un alto al fuego de varios meses.

Un paso más allá va el magnate en la guerra en Ucrania, donde ha afirmado que lograría un acuerdo para poner fin al conflicto en solo 24 horas, incluso antes de haber asumido el cargo.

Una promesa «exagerada», en opinión de Moscú. «Evidentemente, fue en cierto modo una exageración cuando dijo que lo hará en una noche», señaló ayer Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.

Pese a ello, el presidente ruso, Vladimir Putin, se pronunció por primera vez sobre los comicios y dio su enhorabuena al republicano, al tiempo que se mostró «impresionado» por su «valiente» reacción tras el atentado que sufrió en plena campaña.