La reciente adjudicación de las obras de rehabilitación del Hospital de la Concepción, con una inversión millonaria por parte del Ministerio de Cultura que superará los 26 millones de euros (más otro de redacción de proyecto) ha coincidido prácticamente en el tiempo con el relevo en el Rectorado de la UBU, propietaria del inmueble. El nuevo equipo de Gobierno trabaja ya en la redefinición de usos de los espacios que le corresponderán en el edificio histórico para actualizar las necesidades que hayan podido surgir desde aquel acuerdo verbal e inicial al que llegaron ambas partes en febrero de 2018 y que después se rubricó en un protocolo de colaboración en el que también participó la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de la capital.
El rector, José Miguel García, justifica el replanteamiento en ese paso del tiempo, aunque manteniendo la idea central de vincular su utilización al entorno en el que está emplazado este Bien de Interés Cultural (BIC), la zona sur de la ciudad. «Se trata de que la Universidad esté presente en el centro y hay que pensar en todo lo que puede beneficiar a ese espacio urbano», precisa, al tiempo que se refiere a esas necesarias readaptaciones y pone el foco en la función extraacadémica de la institución, cuya matrícula no ha dejado de incrementarse en los últimos años.
Esta tiene que ver con aquellas actividades formativas, culturales y deportivas que se encuentran abiertas a toda la ciudadanía y que se enmarcan dentro de la definición de extensión universitaria. Se trata de los cursos de UBUAbierta, con una amplia temática y que se imparten en modalidad tanto online como presencial en distintas dependencias del campus, al igual que los programas dirigidos a las personas mayores de 45 años, que superan las 1.500 matrículas físicas entre el de la Experiencia, impartido junto a la Junta, y el propio que oferta la entidad docente.
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