Hace no mucho tiempo, el consumo de droga era una de las principales preocupaciones sociales. Las campañas de concienciación lograron sacar de las calles sustancias que estaban destrozando familias enteras. Pero parece que aún queda mucho trabajo por hacer. Porque hablar de muertes por sobredosis no es cosa del pasado. Siguen muy presentes. Tanto, que en los últimos años se han disparado, a tenor de los datos recogidos por el Instituto de Medicina Legal. Casi medio centenar de personas murieron en el último lustro a causa de una reacción aguda a la ingesta de estupefacientes. Son más del doble que antes de la pandemia.
El último informe confirma una tendencia que se venía dando en los últimos años. El anatómico forense de Burgos estudió una decena de fallecimientos por sobredosis tras consumo de sustancias. Unos casos remitidos desde el Servicio de Evaluación y Prevención de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León. Y es que desde el año 2019 han llegado cada ejercicio alrededor de diez cadáveres en estas circunstancias.
A pesar del incremento a lo largo del tiempo, en el Instituto de Medicina Legal han mantenido siempre cierta prudencia a la hora de valorar los datos. Los forenses consideran que al mantenerse los datos, no hay variaciones suficientes para hablar de un mayor abuso de drogas. Es decir, que para calificar la estadística de alarmante tendría que haber un incremento anual prolongado durante mucho tiempo, y eso, por suerte, no está ocurriendo.
Lo que sí que hay, si uno repasa todos los informes de los últimos diez años, es un incremento evidente en apenas una década. Ya en 2019 se dobló la cifra de sobredosis con respecto al periodo anterior, el comprendido entre 2010 y 2014, superando la veintena en todo ese tiempo. Pues bien, desde la pandemia, esa cifra se ha vuelto a disparar y a día de hoy se suman 43 fallecidos por ingesta abusiva de sustancias.
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