Coincidiendo con la apertura del plazo de presentación de candidaturas para las elecciones a rector de la Universidad de Burgos, el catedrático de Química y actual vicerrector de Investigación, José Miguel García Pérez, ha registrado esta mañana su propuesta para ocupar la máxima responsabilidad de la UBU en los próximos 6 años en lugar de Manuel Pérez Mateos. Poco después, y en rueda de prensa, desveló sus líneas estratégicas para cumplir con el objetivo de avanzar hacia lo que denominó la universidad 4.0.
García explicó que la institución académica tiene que adaptarse más al entorno digital, pero también conseguir que "permee" en todo el tejido socioeconómico burgalés. En este sentido, valoró como necesario reforzar el apoyo a las necesidades de las empresas, así como al amplio tejido asociativo de la capital y la provincia. "Tenemos que estar dentro de la sociedad para su desarrollo y su beneficio", subrayó.
En su primera comparecencia pública ante los medios de comunicación como candidato oficial, avanzó una estructura de gobierno para la Universidad de Burgos, en caso de llegar al Rectorado, integrada por 7 vicerrectorados, en lugar de los 9 que existen en la actualidad. Estos se repartirán las tareas de investigación, transferencia e innovación: docencia y profesorado; estudiantes; campus empresa y transformación digital, y relaciones institucionales y cultural. A todos ellos, se sumará un último departamento, que, bajo la denominación de Desarrollo Estratégico y Planificación, supervisará y coordinará las labores de cada uno de ellos.
Por el momento, se trata del único candidato que concurrirá a las elecciones de la UBU, cuya jornada de votaciones se celebrará el 21 de noviembre. Al respecto, García aseguró no tener constancia de otras propuestas, si bien el plazo de presentación de estas acaba el próximo miércoles, 30 de octubre.
En cuanto a la implantación del grado de Medicina, García aseguró que el diseño de títulos "es nuestro negocio" y consideró que no resulta demasiado complicado por su estricta regulación. No obstante, sostuvo que deben respetarse los tiempos, recordando que el proceso de elaboración se prolonga durante un año hasta que se presenta a la agencia de calidad de Castilla y León, mientras que se evalúa durante el siguiente. "Lo implantaremos en el curso 2026-2027", concluyó.