La titular del juzgado de Instrucción 3 de Burgos ha enviado a prisión a los cinco traficantes que ha detenido la Guardia Civil en la capital en una operación antidroga en la que han incautado siete kilos de cocaína y otros 12 de hachís. La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Burgos cierra así una investigación que ha durado seis meses y que ha sacado de las calles droga que en el mercado negro hubiera costado cerca de 1,7 millones de euros, según ha subrayado la delegada del Gobierno, Virginia Barcones.
La organización criminal tenía su centro de operaciones en Burgos capital, en concreto en tres domicilios del barrio del S-4, entre el G-3 y Villímar. Con edades comprendidas entre los 40 y los 50 años estos hombres y mujeres de nacionalidad española estaban en contacto con pequeños camellos de las comarcas del Alfoz, la Demanda, Merindades y Juarros, que se desplazaban hasta la ciudad para comprar la droga que después vendían en pueblos de esas zonas. La Guardia Civil ha destacado que todo el volumen de narcóticos incautados -al margen de coca y hachís, también medio kilo de marihuana y otro de MDMA- estaba destinado a la venta en la capital y la provincia.
Al margen de la droga decomisada, el Instituto Armado también ha aprehendido 18.000 euros en metálico, cuatro vehículos, una escopeta de aire comprimido y efectos para preparar las dosis. El capitán de la Policía Judicial, José Ramón Martín Ortega, ha destacado que en esta operación han tenido que echar mano del Equipo de Mujer y Menor (Emume), porque en los domicilios registrados -tres en la capital y otro en Lerma- vivían varios niños.