Cuatro nobles japoneses emprendieron una aventura organizada por Alessandro Valignano, visitador general jesuita de las misiones de las Indias orientales. Su objetivo era mostrar la labor misionera de la Compañía, al tiempo que cautivaban al rey Felipe II, al Papa y a los príncipes cristianos para obtener recursos que permitiesen consolidar el poder y prestigio de la Orden. Con ellos, a modo de regalo, llevaban un kabuto tradicional, el elemento más importante de una armadura japonesa. Ese objeto, que fue entregado a Felipe II y pasó a formar parte de la Real Armería, fue casi dañado en su totalidad en 1884. Más de 100 años después y gracias a la colaboración entre la empresa tecnológica Ubisoft y Patrimonio Nacional, el kabuto se ha digitalizado y reconstruido gracias a fotografías y documentación de siglos pasados, y al uso de una impresora digital en 3D con polvo de acero, en un trabajo exhaustivo que se ha prolongado durante un año. «Es una excepcional colaboración que pone de manifiesto que la tecnología y el Patrimonio no están reñidos y que contribuye también a acercar nuestra Historia y nuestro Patrimonio a los más jóvenes», señala el jefe del Departamento de la Real Armería de Patrimonio Nacional, Álvaro Soler del Campo.
Hasta el próximo 6 de abril este casco samurai del siglo XVI se podrá contemplar en la Galería de las Colecciones Reales… Pero aquellos que no puedan desplazarse a Madrid, podrán disfrutar de esta colaboración entrando de lleno en el videojuego Assassin's Creed Shadows, que ha incluido el kabuto en el Códice del juego, un apartado que ofrece a los gamers entradas enciclopédicas cuidadosamente seleccionadas sobre la historia, el arte y la cultura del período Azuchi- Momoyama en el que se desarrolla este nuevo lanzamiento de la histórica saga. «Este videojuego pone a disposición a nivel planetario, sobre todo a jóvenes, un patrimonio cultural que es patrimonio de la Humanidad», señala Soler del Campo.
Durante sus casi dos décadas de trayectoria, Assassin's Creed ha ambientado sus historias en las cruzadas, el renacimiento italiano, la guerra de la Independencia estadounidense, la piratería en el Caribe, la revolución francesa, la Guerra de los Siete Años, la revolución industrial, antiguo Egipto, la antigua Grecia o el esplendor de Bagdad. Y ahora llega el Japón feudal, «una época y un período que los jugadores reclamaban», según la directora ambientación histórica de Assassin's Creed, Stéphanie-Anne Ruatta.
Caos de la guerra
A partir del 20 de marzo, los jugadores podrán meterse en la piel de Yasuke, un legendario samurai africano, o de Naoe, una asesina shinobi. Ellos son los dos héroes de esta aventura. Dos polos opuestos, por sus orígenes, por su cultura y por su relación con Oda Nobunaga, una figura clave en la historia nipona que dará forma al destino de ambos héroes que deciden unirse para liberar a un pueblo aplastado por el caos de la guerra y las injusticias. Durante la aventura, los jugadores explorarán sus viajes personales y conocerán a figuras históricas como Akechi Mitsuhide o los jesuitas Luis Frois y Alessandro Valignano, a través de un apasionante relato que muestra una tierra inmersa en el caos.
Dos héroes contra la injusticiaAssassin's Creed Shadows, la -de momento- última entrega de una franquicia de aventuras que ha vendido más de 230 millones de copias desde su salida en 2007, vuelve a ofrecer una experiencia de mundo abierto que, como es habitual en la saga, otorga al jugador libertad total para completar la historia y explorar a su antojo los escenarios.