El Ayuntamiento es la administración más cercana al ciudadano, también en la muerte. Y no solo debido a que el cementerio de San José sea municipal y corra con todos los gastos derivados de su mantenimiento o ampliación si fuera necesario sino también en el caso de que una persona carezca de recursos para financiar su sepelio.
Para ello, la Concejalía de Medio Ambiente y Sanidad saca a concursos los servicios funerarios para este tipo de situaciones. El contrato actual data de 2021 con una duración de cinco años y un importe de 23.600 euros. Está adjudicado a Funeraria San José. Se contempla que se pueden financiar 6 sepelios al año de estas características por un importe de 783 euros cada uno. Más o menos cada año hay una media de cuatro aunque hay veces que se supera y otras en las que no se llega. Por ejemplo, en 2015 se pagaron 6 mientras que en 2016 la cifra fue de 5. Sin embargo, en 2020 se financiaron 8.
Según los datos aportados por el área de Sanidad, en 2023 se sufragó el entierro de 3 personas, la misma cifra se ha alcanzado en lo que llevamos de este 2024. La primera fue una mujer de origen extranjero y los dos últimos han sido los casos de Ángel y Adrián, dos personas que solían pedir limosna y eran conocidas tanto por Cáritas como por muchos burgaleses que a diario les daban unas monedas con las que poco a poco iban subsistiendo o algo de comida. Ángel apareció muerto el 8 de enero dentro de un edificio de la calle Carnicerías y se sospecha que pudo ser debido al frío mientras que Adrián falleció en el Hospital Universitario al no poder superar las heridas provocadas por el incendio ocurrido el 16 de febrero en una casa de la calle Fray Esteban de la Villa, en la zona sur.
Para que el Ayuntamiento abone un funeral a una persona sin recursos es necesario que los técnicos de la Gerencia de Servicios Sociales confirmen la identidad y realicen un informe de que no puede pagar. Posteriormente, se avisa a la funeraria con la que se tiene concertado este servicio, que se debe encargar de tramitar la documentación recogida, el traslado del cadáver y suministro del ataúd, coche fúnebre hasta el punto de inhumación e impresión del certificado de defunción, en definitiva todos los trámites para que se puede realizar el enterramiento en el lugar señalado para ello en el cementerio. También tiene que remitir la documentación al juzgado para confirmar que la persona ha recibido sepultura, dado que en la mayoría de ocasiones estas personas carecen de una red familiar que realice este tipo de trámites.
En el patio 1 D. En el caso del cementerio municipal de San José, este tipo de enterramientos se lleva a cabo en la zona de la ampliación, en concreto en el patio 1D, fila tercera. El Ayuntamiento de Burgos también se hace cargo de las tasas que se deben pagar en este tipo de funerales.
En el cementerio de San José hay inhumadas más de 130.000 personas. Cada año se producen entre 1.200 y 1.300 fallecimientos. El enterramiento en nicho o panteón sigue estando a la cabeza y, en menor medida, la incineración. En este último caso, el objetivo es hacer un nicho nuevo para columbarios, dado que el que hay se ha quedado pequeño. El cementerio cuenta también con dos patios para enterramiento por el rito musulmán.