La oposición no ve cambios en Aranda tras 100 días de gobierno

I.M.L. / Aranda
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Más que cumplidos los 100 días de gobierno en el Ayuntamiento de Aranda, fuera del tripatito no ven avances en las necesidades de la ciudad, pero sí demoras en algunos asuntos y trabas para aportar ideas por la inexperiencia de los concejales

En alguna votación en el pleno arandino, la oposición sumó fuerzas en contra de los planteamientos del tripartito. - Foto: Roger Roque

El papel todo lo aguanta y ya se sabe lo que duran las promesas electorales. O la condición de novatos en política les hizo venirse arriba, pero tanto la oposición como los miembros del tripartito en el Ayuntamiento de Aranda, y la ciudadanía en general, han constatado que de las tareas a realizar en los primeros 100 días de mandato esgrimidas en campaña por Sentir Aranda se han quedado en papel mojado, ninguna se ha cumplido. «Se encuentran aún en una fase de análisis y diagnóstico de la situación del Ayuntamiento y, en nuestra opinión, son un equipo de gobierno en fase de adaptación», remarca Cristina Valderas, portavoz del PP. «De todo lo que dijeron que iban a hacer, nada de nada», verbaliza Ildefonso Sanz, portavoz del PSOE. «Iban a cambiar mucho, eso decían, pero el cambio no ha sido tanto, no se aprecia cambio alguno en el gobierno municipal», afirma Sergio Chagartegui, portavoz de Vox.

Más allá de lo obvio, a falta de proyectos nuevos sobre los que hacer una valoración, los portavoces de la oposición municipal arandina coinciden en que el día a día en esta administración se ha vuelto más lento y farragoso. «En relación a la estructura organizativa con la que han comenzado a funcionar Sentir Aranda, se hace imposible poder hacer aportaciones en las diferentes comisiones por parte de los grupos de la oposición: comisiones sin orden del día, sin expedientes; la forma de gobernar es a base de decretos que han alcanzado la cifra de 750, eso evita el debate, el consenso y la aportación de ideas», explicita la popular Valderas. «Además de que no tenemos acceso a las actas de la junta de gobierno local, que es el órgano ejecutivo donde se toman decisiones, tenemos más dificultades para fiscalizar lo que están haciendo. ¿Dónde está el programa de actuaciones por concejalías que se comprometieron a pasarnos?», requiere el socialista Sanz, que añade que aún están a tiempo de dar un paso en ese sentido. «No dicen que van a hacer un Presupuesto participativo, pues ahora tienen la oportunidad de pasarnos, como les hemos pedido, el borrador por áreas para que lo podamos debatir en las comisiones informativas», plantea. En una línea similar se posiciona Chagartegui, que remarca que «en estos tres meses se han convocado pocas comisiones, algunas sólo una o dos como en Servicios Sociales, esperamos que sea porque están en proceso de adaptación, porque en esas comisiones es en las que nosotros podemos aportar y fiscalizar», recuerda el portavoz municipal de Vox.

Como miembro del anterior equipo de gobierno, Cristina Valderas destaca en su balance del inicio de mandato que, una vez que se está dentro del Ayuntamiento, las cosas se ven de otra forma, destacando que el mayor escollo que impidió sacar adelante proyectos en los cuatro años anteriores sigue ahí. «En el ámbito de la gestión, el equipo de gobierno no ha tardado en comprobar que la resolución de los problemas de personal del Ayuntamiento, pasa por finalizar el documento de la relación de puestos de trabajo, para lo que el PP dejó un trabajo de más de 6 años reflejado», asegura la portavoz popular arandina. 

Desde las filas socialistas, recuerdan que «los problemas que tenía Aranda siguen estando ahí, como la necesidad de la ronda interna o el arreglo del puente Bigar», pone Sanz como ejemplos y recuerda al tripartito que asuntos como el último reparto de remanentes no se podría haber sacado adelante sin el apoyo de la oposición, poniendo en valor la relevancia de la labor de estos grupos municipales. El portavoz de Vox remarca que «es pronto para juzgarles» a pesar de no ver «avances en proyecto propios» mientras que Sanz amplía el plazo de gracia hasta final de año.