Las tres médicos de familia del centro de salud Los Cubos de Burgos, que renunciaron a sus puestos el pasado 12 de enero, exigieron hoy en Valladolid más tiempo en las consultas de Atención Primaria para ofrecer a los pacientes una asistencia sanitaria "digna" y de mayor calidad. Nuria Adrián, Sonia Andrés y Pilar Obregón, que encabezaron la manifestación ‘Nos sigue doliendo la sanidad’ en la capital del Pisuerga, agradecieron el apoyo recibido por parte de los ciudadanos y compañeros.
En ese sentido, Nuria Adrián de la Fuente explicó que su negativa a continuar en las condiciones actuales con su trabajo se produjo después de que “cada día” la situación fuera "a peor”. Así, insistió en que se encontraban “sobrepasadas” y que cada día se les pedía “más”, lo que a su juicio ocurre también en otros centros sanitarios de Castilla y León.
“Se nos aprieta, se nos aprieta y te planteas si es responsable seguir trabajando de esta manera”, afirmó la facultativa burgalesa, quien insistió en que las condiciones “no son las adecuadas para los trabajadores ni para los ciudadanos”. “Muchos nos dicen que somos valientes y que les gustaría hacer lo que estamos haciendo nosotras”, aseguró ante las dificultades que tienen otros compañeros para adoptar la decisión que tomaron ellas.
Por su parte, Sonia Andrés añadió que llevan muchos años asumiendo cada vez más trabajo, sin lograr que la situación cambie. Por ello, reclamó una Atención Primaria “digna”, que según recalcó "es la base del sistema sanitario" y, advirtió, ya no es la misma en la que se formaron.
Esta médica de Burgos insistió en que los gestores deben pensar que la medicina es una profesión, no solo un trabajo, "con lo cual conlleva el amor por lo que haces". “No queremos ser partícipes de este deterioro”, recalcó justificando así su decisión de renunciar al puesto.
Finalmente, Pilar Obregón argumentó que para ofrecer calidad en la asistencia es “fundamental” generar un “vínculo de calidad” con el paciente, lo que en su opinión requiere “tiempo”. “Lo único que no tenemos en las consultas es tiempo”, apostilló ante la “sobrecarga laboral” que a su juicio sufren, junto con las gestiones y la burocracia que aseguró le impone la Gerencia. “No queremos volver a casa frustradas. Hay que buscar dignidad en el trabajo”, concluyó.
MILES DE PERSONAS
Miles de personas (15.000 según los cálculos de la Policía Nacional, facilitados por la Subdelegación del Gobierno, frente a las más de 50.000 de los organizadores, cifra similar al pasado año) se concentraron al mediodía de hoy en Valladolid y recorrieron sin incidencias las principales calles de la ciudad en una manifestación convocada por 18 plataformas en defensa de la sanidad pública de la Comunidad. Con un sol brillante y frío seco, los participantes exigieron la dimisión del consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, a quien responsabilizan de forma directa del deterioro general del sistema y la desatención que padecen el medio rural y la Atención Primaria. Entre sus reivindicaciones también incluyeron la necesidad de “acabar de una vez por todas con los recortes”, recuperar todo el empleo perdido y reducir las listas de espera.
Alrededor de un centenar de autobuses llegados desde las nueve provincias se movilizaron para asistir a la concentración, que partió escasos minutos después de las doce desde la plaza de Colón, donde el flujo de manifestantes fue constante durante una hora, cuando los últimos grupos iniciaron su marcha.
A la cabeza de la manifestación, representantes de las plataformas portaban una gran pancarta en la que se podía leer '¡Nos sigue doliendo la Sanidad' y ‘Consejero dimisión’, tras la cual se situaban las tres médicos de familia del centro de salud de Los Cubos, junto al portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez Bayle, y el médico portavoz de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública, Luis Ocampo, entre otros.
Este último, en nombre de las plataformas, recalcó el “clamor popular” que demuestra la concentración celebrado hoy, para “rechazar el deterioro brutal, hasta casi la claudicación” de la sanidad pública en Castilla y León. “El año pasado en la Junta decían que no pasaba nada, y ahora ya reconocen que hay un deterioro y que incluso puede claudicar el sistema sanitario público en nuestra Comunidad”, destacó.
En su opinión, la concentración de hoy es “una expresión de la mayoría de la sociedad civil de la Comunidad, incluyendo la gente del medio rural que sufre especialmente la situación de la sanidad”. Ocampo exigió la dimisión del consejero y “que se ponga en marcha ya una comisión de trabajo de Atención Primaria y del sistema sanitario público en general para su recuperación tal cual lo conocíamos hace quince años”. “No falla el modelo. El modelo es mejorable pero en lo esencial es correcto, eficaz y eficiente. Lo que falla es la gestión del modelo, y eso es lo que hay que cambiar”, sentenció.
Con un lento ritmo y cadencia constante de personas, la ‘marea blanca’ recorrió a continuación el Paseo de Filipinos, Arco de Ladrillo y el Hospital Militar, hasta alcanzar la sede de la Consejería de Sanidad, donde varios manifestantes poblaron de lazos blancos las verjas que rodean el edificio mientras la ‘marea blanca’ exigía el cese del consejero con gritos como “Aguado, dimite, el pueblo no te admite” o “¡Consejero dimisión!”.
Mientras cada plataforma aireaba sus propias consignas (desde “Ahora a robar lo llaman recortar”, “De norte a sur, de este a oeste, la sanidad pública cueste lo que cueste” o el recurrente “La sanidad no se vende, se defiende”, la comitiva recorrió el paseo de Zorrilla hasta la plaza homónima, para acceder por la calle Miguel Íscar a la plaza de España, y a través de López Gómez hasta la plaza de la Universidad, concluyendo el recorrido en la plaza de Portugalete, a los pies de la catedral.
Representantes de Sayago, La Maragatería, el Tiétar, La Bureba, la montaña palentina e infinidad de comarcas más se dejaron notar con sus pancartas, donde se leían consignas como “Sin sanidad los pueblos se mueren”, “La sanidad no es solo para la ciudad” o “Nuestra salud no es un negocio”.
La cabecera de la manifestación llegó allí 15 minutos antes de las 14 horas, donde el portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez Bayle, dio lectura a un manifiesto donde se calificó al consejero como “el capitán de este barco a la deriva”, para señalar a continuación que está “quemado” con “un Gobierno que le cobija”, por lo cual recalcaron que “es el primer lastre del que desprenderse para revertir la actual situación”.
“Hoy las cosas están peor que hace un año”, destacaron en alusión a la manifestación celebrada el 20 de enero de 2018, tras superar “el verano más conflictivo que se recuerda”, con “innumerables consultorios de pueblos cerrados”, pero “la sociedad de Castilla y León se organiza para defender una de las joyas con las que presumía: su sanidad”. A continuación, el manifiesto recorrió once puntos con algunas pretensiones que ya hace un año se reclamaban.
Entre ellas, exigieron “acabar de una vez por todas con los recortes” y conceder un mayor peso en los presupuestos a la Atención Primaria, especialmente en el medio rural; recuperar todo el empleo perdido en el sistema sanitario público y “dignificar el trabajo de sus profesionales”; reducir todas las listas de espera (quirúrgicas y diagnósticas), “eliminando los conciertos con la sanidad privada”; y fortalecer un modelo de sanidad cien por cien público y acabar con el modelo público-privado del Hospital de Burgos (HUBU), que consideran “una sangría para las arcas públicas de esta Comunidad”.
Además, reclamaron el impulso de programas de prevención y promoción de la salud en el ámbito de la Atención Primaria; introducir la perspectiva de género en el análisis de los problemas de salud; acercar la atención especializada y hospitalaria a los núcleos rurales de población alejados de los hospitales de área; regular por ley la restitución del derecho a recibir asistencia sanitaria para todas las personas; nombrar a los responsables de las gerencias atendiendo a su perfil profesional e introducir medidas de transparencia en su gestión económica; y cumplir “rigurosamente” la Ley de Incompatibilidades del personal sanitario, hasta una nueva regulación de la dedicación exclusiva para quien trabaje en la sanidad pública. Por último, reclamaron que se pongan en funcionamiento “cauces eficaces” de participación social y profesional en todos los niveles del sistema sanitario.
La concentración fue convocada por 18 plataformas en defensa de la sanidad pública, dos más que las que participaron un año atrás. De esa forma, a las plataformas de Aguilar de Campoo, Aranda de Duero, Astorga, Benavente, Bierzo y Laciana, Burgos, Guardo, Las Merindades, León, Palencia, Salamanca Segovia, Villadiego, Valladolid Valle del Tiétar y Zamora se sumaron en esta ocasión las de Pradoluengo y Valle de Santullán.