Ángel Ruiz Pérez, el hombre que asesinó a su vecina Rosalía Martínez Gandía en agosto de 2011, añade una muesca más a su larga lista de condenas. Un año después de cometer aquel homicidio -por el que ahora permanece en prisión- tuvo un altercado con otro habitante de La Parte de Bureba al que hirió con un palo en la cabeza. El Juzgado de lo Penal número 3 le ha impuesto una multa de 3.000 euros por considerarle culpable de un delito de lesiones. En caso de impago la pena se conmuta por cinco meses de privación de libertad. El hombre con el que se enzarzó en la riña ha sido condenado por una falta de lesiones a pagar 600 euros de sanción.
Los hechos ahora enjuiciados tuvieron lugar el 19 de septiembre a las 9 de la mañana y estuvieron motivados -según el fallo judicial- por anteriores rencillas entre ellos. Se enzarzaron en una discusión en la puerta del garaje de Juan Cruz Ruiz Soto -su vecino- en La Parte de Bureba. Pese a que en la vista oral este hombre declaró que Ángel Ruiz se acercó hacia él, le insultó y huyó tras pegarle con un tronco en la cabeza, la sentencia señala que «ambos se golpearon mutuamente utilizando palos».
Ángel Ruiz, quien admitió que portaba un tronco, inició la pelea, según la sentencia. Su oponente fue el que sufrió las lesiones más graves, una herida inciso contusa en el rostro que requirió tratamiento quirúrgico y que le ha dejado una pequeña cicatriz. ‘Angelillo’, por su parte, sufrió erosiones en la cara y extremidades que requirieron 5 días de cura.
OTRAS CAUSAS. Ángel Ruiz está siendo investigado en estos momentos como sospechoso del triple crimen de Burgos. De hecho, una de las condenas que pesan sobre sus espaldas está relacionada con este caso. El juzgado de lo Penal 2 de Burgos le sentenció en 2011 a 5 meses de prisión y a 1.000 euros de mulra por un delito de falta de respeto a la memoria de los muertos, ya que fue el autor de las pintadas ofensivas en el panteón de Salvador Barrio, asesinado junto a su esposa Julia Dos Ramos y su hijo pequeño, Álvaro.
Antes ya había tenido problemas con la ley, en este caso con la Guardia Civil de Tráfico. Fue sorprendido por conducir sin carné y condenado por ser culpable de un delito contra la seguridad vial. Además, fue denunciado por la familia de Rosalía Martínez Gandía por amenazarla y allanar su domicilio. De hecho la asesinó para vengarse por ello. La atropelló con un vehículo que robó en Briviesca a un conocido. El juicio contra él tuvo lugar en la Audiencia Provincial en enero de este año y el jurado le consideró culpable. El 12 de febrero se conocía la sentencia, en la que el tribunal le imponía una pena de 18 años de cárcel y la obligación de mantenerse alejado del municipio burebano durante 28 años. Por cierto, este crimen no fue resuelto hasta que pasó más de un año de los hechos. La Guardia Civil sabía que fue un atropello intencionado, pero no detuvo a Ángel hasta que apareció del coche en una lonja cercana a su casa. En él fue hallado un pelo suyo.
También está imputado por la desaparición del ciudadano búlgaro Shibil Angelov Shibilov, quien dejó de dar señales de vida un 17 de enero de 2013. Según la Guardia Civil, Ángel le pagó una cantidad cercana a 10.000 euros para que buscara unos sicarios que mataran a un familiar suyo en Vizcaya. El coche de este ciudadano del este de Europa apareció calcinado en un paraje del Valle de Tobalina y la Guardia Civil sostiene que mató a su dueño y quemó el vehículo para eliminar todo vestigio de su implicación en los hechos. La Benemérita ha buscado su cuerpo en varios lugares de la Bureba y las Merindades pero no lo ha hallado.