Unos escombros de obra, libros que salen entre las piedras como la mala hierba, una figura de tierra quemada y fibras vegetales, lana merina fieltrada, rocas que cambian de color dependiendo desde qué punto se miren o una mandala de sabinas quemadas con espigas de cebada. El arte rebosa en el convento San Francisco de Santo Domingo de Silos y de cara a este otoño se ha preparado una variedad de exposiciones para demostrar que el medio rural 'resiste' más allá de los meses de verano.
Ocho artistas plásticos se han alojado en julio y agosto en el convento y han trasladado a este espacio creaciones de lo más novedosas. La mayoría de los trabajos realizados durante esta residencia se han inspirado en el desolador incendio del Arlanza del pasado verano, como reflejan esos «escombros que muestran lo que pudo ocurrir con el monasterio» o la incorporación de las propias sabinas quemadas. Tampoco faltan las referencias a lo supone un proyecto de estas características que permite convivir a la vez que se aprende de otros compañeros de oficio.
El turismo ha funcionado «muy bien» a lo largo del verano y por ello ahora se busca con iniciativas como esta «desestacionalizar» las visitas, como explicó Mónica Rodríguez, directora de la Fundación Silos. El viernes se realizó una ruta por todas las obras -ubicadas en el exterior y en el interior del convento- de la mano de Elvira Rilova, gestora cultural y coordinadora de las Residencias Artísticas, con el fin de animar al público a que las recorra.
Madera de sabinas quemadas y espigas de cebada. - Foto: Luis López AraicoPero el arte no acaba ahí. También se puede ver la exposición de fotografía Árboles de Ceniza, desarrollada por el Ayuntamiento de Quintanilla del Coco y la asociación El Robledal. «A muchos artistas les conmovió y se animaron a participar, queríamos sacar la parte positiva del suceso», aseguró Fernando Mayoral, comisario de esta muestra que suma una veintena de imágenes con los daños del fuego.
«Con esto se vio que son cosas que pueden suceder y hay que estar en alerta, ha ardido el corazón del parque», recordó Carlos Colio, agente medioambiental. Las imágenes exhiben un panorama preocupante, aunque también se evidencian esas ganas por salir adelante a través de proyectos de este tipo. Ambas muestras se pueden disfrutar de manera gratuita hasta el 5 de noviembre, de 10 a 19 horas, de jueves a domingo. Por otro lado, en este mismo espacio se cuenta con la exposición permanente de la historia del monacato.
Relatos cortos. El sábado fue el último día para presentar los relatos cortos para la tercera edición de los Premios Silos. Podían participar todas aquellas personas que lo desearan con un texto original e inédito, con un mínimo de 500 palabras y un máximo de 5.000. La temática debía estar ambientada en Santo Domingo de Silos, en su monasterio o hacer referencia a un hecho o personaje histórico o cultural de los mismos. La Fundación entregará un premio de 1.500 euros a la mejor obra y el fallo se hará público el 28 de octubre.